Capítulo 6

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Eleena

Al llegar a la sede me fui directamente hacia mi habitación, tenía que recoger mi mochila para volver hacia mi hogar. Sinceramente, no lo consideraba mi hogar del todo, tenía mis pertenencias obviamente, pero el ambiente que habitaba en aquella casa no era del todo bueno. Mis padres me caen bien pero, como el resto de personas, solo conocían la faceta que yo les enseñaba. En el instituto era igual ya que no quería resaltar, ni ser como esas chicas que escuchan reggaetón, van a discotecas o salen con muchísimos chicos, eso no era lo mío y mucho menos lo soportaba. Algunas veces pienso en escenarios en los que, si demostrase mi verdadera forma de ser, las emociones que me guardo en esos momentos, me podrían llevar al psiquiatra o algo parecido.

Estaba recogiendo algunas prendas y terminando de prepararme, recordando este fin de semana. Los regaños que obtuve, mis "queridos" compañeros, aquel chico del parque... Salí de la habitación cerrando con la llave, en dirección al despacho de Ura para que diese como terminado mi turno de esta semana.

Al salir fui directa a una parada de autobús para que me dejase en la estación de tren y, de esa forma, volver a lo que llamaría hogar, en lo que mis padres piensan que dormí con una amiga.

🎭

Ahora me tocaba una rutina que seguir, la de una chica ordinaria, como otra más en ese instituto, otra más en aquel mundo.

Los semanas pasaban, no tenía que volver a la sede puesto que no tenía ninguna misión todavía, o eso creía cuando sonó el pequeño teléfono que tenía a parte, uno especial de la sede que me habían otorgado por ser de extrema confianza, y por ser la que más misiones lleva a cabo.

De: Anónimo 

Para: Kodokuna Kusari

Asunto: Serpiente explosiva

Le tenemos que informar de una nueva misión que le vamos a encomendar junto a otros soldados de élite: Bam y Vipera Berus. El lugar de encuentro será en el puerto de Málaga, el Muelle Uno. El día 11 de diciembre a las 23:00. Deberán acabar con el político Juan Manuel Montero López que se hospeda en el edificio Solarius Cristal, un nuevo hotel que acaba de abrir sus puertas recientemente. Los detalles que hemos obtenidos gracias a unos infiltrados han sido los siguientes: residirá en el hotel 4 meses, lleva consigo a 5 guardaespaldas en todo momento menos cuando entra en su habitación, realiza varias reuniones en una sala especial dentro del hotel, y nunca, bajo ninguna circunstancia suelta un maletín negro que se estima puede pesar entre 4 y 8 kilos. Traigan el maletín intacto, y no dejen ningún rastro (ya saben a lo que nos referimos). 

Esperamos resultados más que excelentes viniendo de soldados élite como ustedes. Buenos días.

Me habían avisado con dos semanas de antelación como de costumbre, pero lo que me inquietaba realmente era tener que compartir misión con dos más. Siempre hacía lo imposible para que no me juntasen con alguno de por ahí, y eso, todos los sabían muy bien. Desde aquel accidente no quería que nadie más me acompañase en mis misiones. 

Usaría la misma excusa de siempre, dormir en casa de alguna amiga, una muy usada pero que siempre funciona. A ellos les gustaba que tuviera mi vida social, amigos con los que pasar las tardes fuera de casa y viviese mi etapa de la adolescencia, como una chica más de este planeta.

🎭

Ya era el día del encuentro y había llegado demasiado temprano, todavía habían personas paseando tranquilamente. Yo llevaba una sudadera entera negra con unos leggins del mismo color junto a las zapatillas. Una coleta alta para que no se me cayese ningún pelo y mis guantes con esa fina capa de plástico que cubría mis dedos para no dejar ninguna huella dactilar. Veía tranquila el atardecer sentada en una terraza de cafetería. Poco a poco, el paseo iba siendo menos transitado, los locales ya empezaban a cerrar. Me senté en un amarre grande, de esos donde atan con una cuerda al barco para que no se vayan a la deriva. Habían unos cuantos sueltos, pero me llamó en especial el que tenía el número "308" aunque por el desgaste de los años, poco se podía apreciar que era un ocho, y se confundía con un "2" por eso le decían que era el número "302" cuando en verdad era otro número, solo que con el tiempo tuvo que cambiar para ser el que ahora todos conocen como "302".

Me quedé pensado, escuchando el chapoteo de los peces a los que las personas acostumbran tirar trocitos de pan, el sonido de la música navideña en la Calle Larios, siempre en todo el mes de diciembre se hacían espectáculos de luces, era impresionante y además, esa noche nos beneficiaría bastante el ruido que proporcionase.

Sólo quedaba una hora para que fuesen las 23:00, seguía pensando en qué hacer para distraerme, ya no quedaba ningún rayo de sol, solo estaba la luz de la Luna, la que desgraciadamente se  veía completamente sola. Me molestaba que no se apreciasen las estrellas por la contaminación lumínica que había, además por estar en una ciudad, ya no hablando de pueblo o ciudad mucho más pequeña en comparación a Málaga en sí. Daría igual donde fuese, a qué ciudad del mundo ir, no vería nada más que una luna solitaria en el cielo.

🎭

Quedaba poco más de media hora, y fue cuando ya me coloqué mi máscara, esa que me daba pesadillas pero a la vez me protegía de ellas, de personas que ni siquiera eran así o que fingían no serlo.

Una noche fría, pensé. No es como en el norte, que el termómetro podía llegar a bajo cero, y la playa regulaba un poco la temperatura.

Al fin podía apreciar una figura alta en la distancia, andaba casual con las manos en los bolsillos vestido entero de negro y una máscara que no podía descifrar todavía qué animal era. Cuando lo tuve suficientemente cerca volví a mirar hacia el agua, en el cual se podía apreciar el reflejo de la luna. Cuando llegó no dijo nada, y me sorprendió bastante. Estuvimos en silencio hasta que fueron las 23:00 y un sonidito de alarma sonó por su reloj. 

-¿No le enseñaron puntualidad a la novata o qué?

-Aquí estoy Kodokuna Kusari-habló una voz a nuestras espaldas.

Esa novata de Vipera Berus que iba a hacer de "niñera" para Bam y para mi, iba vestida igual que la última vez, con los mismo utensilios para inmovilizar a cualquier persona. 

-Bien pues en marcha, tenemos que llegar temprano, acabar con ese político y coger el maletín.

-No se te olvide eliminar todas las pruebas-habló Bam

-Sisi ya limpiaremos el hotel luego-dije y comencé mi camino, pude escuchar un susurro de parte de Bam pero lo ignoré

El hotel era de gran lujo, no me sorprendía pues lo habían terminado de construir hace a penas 4 meses y abrieron sus puertas 2 meses después. Era difícil verlo desde el interior de Málaga pero desde nuestro punto, el puerto, lo teníamos perfectamente a la vista. Fue en cuestión de minutos que ya estábamos en la calle de enfrente a la puerta, en la zona más oscura, buscando alguna calle poco transitada por donde escalar y llegar a una ventana.

Mientras Vipera y yo encontrábamos una serie de ventanas por las que escalar y llegar a una ventana, a Bam se le ocurrió una idea un tanto pésima.

-Y ¿por qué no entramos por la puerta a lo casual?-preguntó a lo tonto, y tanto Vipera como yo nos giramos sorprendidas

-Disculpa que le diga esto Bam, pero esa idea no es muy adecua-iba a decir "adecuada" si no fuese porque la interrumpí

-¿Tú eres tonto? ¿Cómo vamos a pasar por la puerta como si nada estuviese pasando? Tenemos riesgos de que nos vean tanto personas como las cámaras, si vas a decir algo que por lo menos sea inteligente

-Pero no nos verían en verdad, porque llevamos las máscaras-se defendió

-Oh claro, es muy normal ver en un hotel a personas enmascaradas y vestidas de colores tan oscuros que parecen que vienen a asaltar el hotel

Él se mantuvo callado, y Vipera solo observaba el panorama con expresión neutra. Empezamos a escalar de ventana en ventana hasta llegar al cuarto piso, en una habitación que recién habían limpiado y cerrado. Vipera se acercó a la puerta de cristal que daba con el interior de la habitación, y con un sencillo toque la puerta se abrió. No era de esas habitaciones que tienen una cama de matrimonio, un armario dentro de la pared y un baño, no, era una habitación con salón, en el cual habían 2 sofás y una pantalla de plasma, una habitación con una cama de matrimonio y otra pantalla igual pero más pequeña a la del salón, y el baño incluía tanto una bañera como una ducha y un mini jacuzzi.

Yo me dirigí hacia la puerta principal, que tenía un sensor de tarjeta para poder entrar. Cogí de uno de mis bolsillos una tarjeta magnética especializada para destruir ese tipo de sensores, y así poder abrir la puerta.

-Bien, estamos dentro.

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⏰ Última actualización: Apr 16, 2022 ⏰

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