the other woman.

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Es dificil caer en cuenta luego de tantas noches en vela, es duro y bastante realista darte cuenta que al final del dia no eras tan especial como creías, que no importaban las palabras o todo lo que pasaría, porque simpre la preferia a ella, siemp...

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Es dificil caer en cuenta luego de tantas noches en vela, es duro y bastante realista darte cuenta que al final del dia no eras tan especial como creías, que no importaban las palabras o todo lo que pasaría, porque simpre la preferia a ella, siempre ella estaría por delante de ti, que tal como la luna y el sol, ella brillaria más fuerte, ella sería la mas observada y atendida, que ella sería días y tu solo noches, que no valdrían los esfuerzos, nunca serías igual a ella, nunca irías primero porque dentro de su vida no eras más que la otra mujer.

Recuerdas abrir las ventanas para comenzar con tu día, sabías que un poco de limpieza a tu hogar no le vendría mal. Cuando la viste al frente regando sus flores, llevando un vestido de ese estilo característico que la hacia ver como una mujer encantadora, inocente. Parecía haber despertado hace mucho tiempo contrario a ti, hasta que por la puerta salió el señor Seo, ella acomodo su corbata y saco, y él la despidió de un beso subiendo a su auto, probablemente rumbo al trabajo. Parecían el cuadro de un matrimonio perfecto.

Los observaste en silencio, contemplando su actuar, ella nunca lo notó, y claro que el señor Seo mucho menos.

Aquella noche él no pudo notar lo arreglado que estuvo tu hogar despues de tu esfuerzo, ni el vestido con el cual lo recibiste terminando en el suelo olvidado.

Mientras regabas las flores afuera en tu pequeño jardin pudiste escuchar las risas al frente, eran los dos pequeños niños recogiendo el correo del buzón de la conocida casa frente a ti, entre risas se alejaron mientras dejaban caer sus juguetes en el jardin y detras de ellos, ella, sonriendoles diciendo que tengan cuidado. Los niños ingresaron a su hogar, ella fue recogiendo los rastros de los estragos como siempre, los juguetes en sus manos, algo de su día a día.
Algo a lo que tu no estabas acostumbrada.

Aquella noche el señor Seo llamo diciendo que se iba a un viaje de negocios, pero regresaría pronto. Fue una noche solitaría, pero nondejaste de pensarlo. "Pronto podremos tener un tiempo para los dos, te extraño, cuida de ti"

Una tarde habias reservado una cita en la boutique, querías un peinado para la noche, te dejaste hacer mientras veías un poco de las revistas del lugar.Y ella ingresó, ofreciendo su calida sonrisa, susurrando que deseaba un nuevo look, una sorpresa para su esposo. No pudiste evitar escucharla, no pudiste evitar pensar, no pudiste evitar ese dolor en el pecho porque solo ella podía llamarlo suyo.

Aquella noche dormiste entre los brazos de tu hombre buscando su protección, buscando su amor y su atención, única y solo para tí. "Usted tiene todo mi amor, señorita."

Despues de aquella tarde llegaste a la nueva boutique del barrio, escuchando que las prendas vendidas era increibles, comtemplaste tu figura frente a el espejo recordando la noche anterior, donde sus besos fueron los más sinceros que ninguna otra noche, donde sus caricias dejaron marca en tu corazón y tu piel, donde su perfume se quedo impregnado en tí y tu memoria.
Ese lindo vestido rojo era el que lucirías para él. Cuando ella llegó, de la mano de su pequeño hijo, tan sonriente y risueña, tan perfecta, ¿aquella sería otra sorpresa para su esposo? ¿Debías hacer más para no dejarla ganar? ¿Debías enojarte ante su presencia? Pagaste el vestido y la despediste, con una sonrisa, con un gesto, con un odio inexplicable.

𝐒𝐢𝐥𝐞𝐧𝐭 𝐜𝐫𝐲 |  𝐒𝐊𝐙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora