Quédate Conmigo.

82

Mientras que Harry estaba jugando con las teclas del piano, gala se alejó un poco para mirar el móvil. Harry empezó a cantar.

Shut the door
Turn the light off
If I wanna be with you
I wanna feel your love…

El corazón de ella estaba cada vez más agitado, su conciencia ya estaba empezando a decirle que absolutamente nada estaba bien. Y que pronto iba a pasar algo peor si no le decía la verdad.

Pero simplemente no podía. Era incapaz de ver a Harry sufriendo. Después de todo lo que había hecho por ella, va y le paga así. Sintiendo cosas por otra persona. Besando a otro chico.

No quería dejar a Harry, lo amaba, pero por otra parte...no podía vivir tranquila sin saber que Fabio estuviera bien.

Tras un par de tonos, Fabio cogió el teléfono.

– ¿Gala?

–¿Por qué tuviste que irte? – preguntó sin siquiera saludar – ¿Porqué siempre tienes que hacer las cosas tan dificiles?

–¿No querías que me alejara de tu relación? ¿Quién te entiende?

– Quería que te alejaras de mi relación pero no que te fueras de casa, tus amigos están aquí.

– Gala, ¿Qué más te da que me vaya o no, si tu estás enamorada de él?

– Porque te hecho de menos, idiota – gala se alejó hacia un sitio dónde estuviera sola, bajó hasta el Jardín, dónde cali y tony estaban sentados pero más lejos.

– Lo superarás, ya nos separamos diez años, podrá volver a pasar sin ningún problema. Además...¿por qué? Tienes un novio increíble y conmigo solo peleabas

– Quiero tenerte en mi vida, Fabio.

– Quieres tenerme en tu vida sabiendo lo que siento por ti, viéndote todos los días con él, sufriendo por no poderte tocar, por no poder hablar contigo por miedo a que se entere de que nos besamos. No puedo volver. Lo siento, gala, es demasiada presión.

– Vuelve a casa Fabio, por favor...

– Olvidarte es lo más duro que voy a tener que hacer jamás, pero es lo mejor para los dos. Intenta no llamarme mucho, ¿vale? No te lo voy a coger.

– No me digas eso – la voz de ella se rompió un poco – No quiero perderte, por favor, vuelve a casa.

Fabio colgó al momento, se sentó en la cama después de eso. Cómo le había dolido tener que decirlo. Pero no había otra opción. Se llevó la mano al pecho y empezó a llorar.

Se sentía tan sólo...Se le caía la casa encima. Solamente contaba con el cariño de su gato, el cual, ronroneaba en su pecho. Intentando calmarle y darle todo el amor posible a base de suaves cabezazos cariñosos.

Mientras, al otro lado del mundo, gala se sentó en un banquito del jardín, mientras escuchaba cómo el piano de Harry sonaba desde la primera planta. No pudo evitar llorar al escuchar a Fabio mandándola a la mierda.

Por suerte tony la vió y fué por ella.

– gala – tony la abrazó – ¿Qué ha pasado?

– Harry está arriba tocando el piano, mientras yo estoy aquí rogándole a fabio que se quede y me duele el pecho, cada día tengo la conciencia peor voy a tener que ir a hablar con él.

– No puedes hablar con el todavía, gala, acuérdate de la reunión, no podemos estropearlo ahora, estamos a punto.

– Es que no quiero que lo sepa, necesito que todo siga igual que antes.