¿Sabes algo? ¡Te odio!

Capitulo 4

Narra skyler

¿Recuerdas el Skyler feliz que era el día de ayer? Por favor, finjamos que nunca paso y que ese pobre chico con sueños en la vida murió. Toda mi ideología de que esto sería fácil se había ido al traste. La escuela en general estuvo bien. El problema fue cuando terminaron las clases.

Problema número 1: El sujeto en cuestión había dictaminado por si mismo que su casa no era un buen lugar para estudiar. En consecuencia, estábamos en la sala de mi casa.

Problema número 2: Tuve que darle un vaso de mi exclusivo y delicioso jugo de arándanos que solo era para mí. Pero que desafortunadamente también era su favorito.

Problema número 3: Era un idiota.

—Bien Mike, repasemos una vez más—mencione suavemente, me dolían un poco las mejillas de tanto sonreír—Un binomio cuadrado es una expresión algebraica que se compone de dos términos, donde se enlazan dos monomios que se suman o se restan—explique lo más sencillo que pude y lo mire. Él solo se limito a asentir—Cuando un binomio al cuadrado se suma es igual al cuadrado del primer término, más el doble producto del primero por el segundo más el cuadrado del segundo. ¿Entiendes?

—Entiendo la parte donde un binomio es una ecuación que se usa en álgebra—Sonreí con su repuesta, eso era un avance—El resto es complicado.

Suspiré derrotado y estiré mis brazos sobre el libro de matemáticas reposando mi frente sobre este. Era un caso perdido y yo ya no sabía que hacer para que entendiera. Es que ni siquiera entendía lo básico de una raíz cuadrada.

—Tomemos un descanso, estoy agotado—Es que a este paso ya no podría mantener mi sonrisa por mucho tiempo.

—Lo siento, las matemáticas no son mi fuerte.

—¿Enserio? Si no lo dices no me doy cuenta—pensé sarcástico, pero me enderecé y le sonreí—No pasa nada, lo aprenderás pronto, ya verás.

—¿No es cansado hacer eso siempre?

—¿Eh?...—No había entendido su pregunta—¿Las matemáticas?

—Nada, olvídalo. Te vez acalorado.

Ciertamente hacía calor, cuando el otoño se acercaba el clima se ponía muy loco. Además como habíamos ido directo a mi casa, no me había dado tiempo de cambiarme el uniforme. Cómo debía verme siempre presentable lo cargaba completo, no daba buena imagen no hacerlo. Sujete el cuello de mi camisa y lo agite un poco.

—Algo, pero nada con lo que no pueda lidiar.

—Si te quitaras el saco, no estarías tan acalorado Cielo.

—No puedo simplemente quitármelo y deja...—estaba a punto de recordarle las enseñanzas de un buen comportamientos cuando algo más importante llamo mi atención—¿Me acabas de decir Cielo?—Un tic se instalo en mi ojo derecho y apreté un poco el bolígrafo que tenia en mi mano.

—Si, Así te llamas, ¿no?

—Me llamo Skyler.

—Técnicamente es lo mismo, ¿No?— La manera en que lo dijo me molesto un poco, como si yo fuera el del problema aquí cuando claramente él era quien había errado mi nombre.

—Llevo dieciséis años vivo y se que me llamo Skyler desde que nací—fruncí ligeramente el ceño—Y no, no es lo mismo.

—Mmm...Si te llamas Skyler y se puede acortar a Sky...lo que técnicamente significa cielo, yo digo que si es lo mismo.

—Me rindo...eres sencillamente...—Bufé olvidando mi eterna sonrisa y me levanté—Por favor, mínimo dime Sky, aunque nadie me llama así. Iré a cambiarme el uniforme, ya vuelvo.