Nota de autor: Volví con un pequeño Os, que está basado en un video que vi por ahí en internet, realmente me gustaría dejarles el link para que lo vieran porque realmente es muy bonito y tierno, pero lamentablemente no recuerdo donde lo vi, así que sólo dejo que se disfrute este pequeño e insignificante escrito. Gracias por seguir leyendome (:
*
Frank.
En sus expresivos ojos avellanas se reflejaban los automóviles que pasaban por la carretera y que él observaba distraídamente, mientras esperaba el autobús que lo llevaría cerca de su hogar. Se encontraba sentado en la parada sobre una banca, con una pierna apoyada sobre la otra, el codo izquierdo recargado en la rodilla y así mismo, la barbilla en la palma de su mano. Los cabellos castaños le tapaban ligeramente el rostro con el continuo viento alborotándolos cada vez que soplaba y sus labios se movían tarareando una canción con la voz enmudecida y uno de sus pies moviéndose al ritmo de su imaginaria música.
El lugar estaba vacío y sólo su presencia se encontraba ahí.
El atardecer estaba cayendo y los rayos anaranjados del sol ocultándose, iluminaban el cielo despejado.
Después de un momento, alguien más decidió sentarse a su lado a esperar quizás el mismo autobús que él, pero Frank notó dicha presencia vagamente y sin darle mucha importancia. Pero con aburrimiento y sin tener nada mejor que hacer, dirigió su avellanada mirada con curiosidad hacia el desconocido a su lado.
Era un joven como él, aparentemente más alto, con la vestimenta completamente de color negro y con unos audífonos blancos sobre sus oídos. Tenía cabellos negros azabaches y largos que rozaban ligeramente sus hombros, la piel pálida y unos bonitos ojos esmeraldas que destellaban de forma hermosa cuando la luz del atardecer se reflejaba en ellos.
Nuestro Frank volvió su mirada hacia el frente, tratando de ocultar su impresión ante la belleza de aquel desconocido, con a decir verdad, mucho éxito.
Él luce interesante ¿Quién será? ¿Cuál será su nombre?
Cambió su posición anterior, sentándose esta vez más derecho en su lugar, con sus cabellos castaños aun tapándole parte del rostro y sus manos sobre sus piernas jugando entre sí, pero ahora con una visión de reojo más amplia del individuo de ropajes negros.
Tal vez debería hablarle porque luce interesante.
Tal vez debería dar el primer paso o esperar a que él lo haga.
Sus labios se entreabrieron para susurrar algo, pero se interrumpió a sí mismo en cuanto vio que aquel pelinegro sacó de su bolsillo un cigarrillo junto a un encendedor. Se mordió los labios con fuerza y nerviosismo y con su lengua jugueteo distraídamente con el piercing en su labio inferior.
El desconocido colocó el cigarrillo entre sus rosados y finos labios, para después encenderlo y con los ojos cerrados, aspirar el humo y dejarlo escapar suave y cadenciosamente, como si el sabor de la adictiva nicotina fuera un precioso deleite para su lengua.
En un par de segundos que para Frank fueron eternos, observó que el pelinegro posaba sus orbes esmeraldas en él con un deje de curiosidad, como si se sintiera ligeramente observado -aunque a decir verdad, así era, era observado detalladamente por el castaño-. Frank por su parte, trató de aparentar normalidad mientras que por dentro se moría de ganas por enfrentar esa contraria y hermosa mirada.
Pero, a pesar de su batalla interna, suspiró de alivio cuando aquel se encogió de hombros y volvió su atención hacia el frente y a su nicotina.
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Maybe; frerard.
RomanceLa vida misma se basa en decisiones; una sola decisión puede cambiar tu vida. "O sólo tal vez..."