♡︎03♡︎

290 53 5
                                    

Su alarma sonó a las cinco de la tarde, había dormido mucho y se sentía fresco y renovado, era lo malo de tener los turnos de madrugada, no dormía las horas necesarias.

Pero ni modo, así era el trabajo y debía de respetar eso…ya llegaría sus días en donde trabajaría en las mañanas.

—Mamá ya me voy— ya traía su vestimenta adecuado, aquel traje azul característico de ellos, y más de los cirujanos —¿Y Miyeon? — le preguntó cuándo la fue a buscar a su habitación.

Ya no obtuvo respuesta porque rápido desvío su mirada y la vio ahí, toda dormidita ya con un pijama puesto, que lo más seguro era de Annie.

—¿Crees que la pueda dejar aquí? Por favor— su madre asintió —gracias mamá, juro que mañana la vendré a buscar y no daré más guerra con ella—.

—No te preocupes por la niña, aquí la puedes dejar el tiempo que sea necesario…ve a tu trabajo y cualquier novedad me avisas o te aviso yo— Jungkook asintió y se despidió de su mamá para luego ir con la niña y dejarle un beso en su cabellera.

Bajó y rápido subió a su carro, lo prendió y con el dolor de su alma de dejar a la niña arrancó para ir al hospital.

Por un momento estuvo a nada de regresarse por la niña, la quería cerca de él, pero sabía que con su mamá iba a estar muy bien.

Cuando llegó al hospital, aparcó y bajó muy rápido para luego registrarse y comenzar su turno de ese día, lo bueno que al otro día era sábado y por ende era su día de descanso.

—Que bueno que llegas— su jefe de departamento lo detuvo —Seokjin ya se fue, así que ya te puedes hacer cargo del paciente Park, ya despertó y está un poco más tranquilo, los expedientes de él están en la camilla…nos vemos pronto—.

Bien, debía mentalizarse para lo que estaba a punto de pasar, lo vería nuevamente luego de casi cinco años, eso le ponía la piel de gallina.

Avanzó y tomó el elevador que lo llevaría al piso cinco en donde se encontraba la habitación del hombre.

Llegó a esta y antes de tomar la perilla, soltó el aire retenido para entrar y verlo ahí acostado, con la mira puesta en algún punto.

—Hasta que nos volvemos a ver Park Jimin— el mencionado volteó y lo vio a los ojos.

No podía creer los veía que sin dudarlo se soltó a llorar como un bebé recién nacido.

—Jung….kook— fue lo único que pudo salir de su garganta —mi hija—.

Seokjin antes de retirarse le había hecho saber que la niña se encontraba con el médico Jeon y que este muy pronto iría a verlo y explicarle. Minnie lo había ido a ver no hace mucho y se quedó más tranquila al saber que la niña estaba bien, ya luego iría a comentarle a Soyeon que su hermana estaba bien y no había nada de que preocuparse.

—Miyeon está muy bien— le dijo para acercarse a revisar su expediente, este decía que a las ocho le tocaba un medicamento y después hasta las diez le tocaba el otro —es una niña bastante inteligente y muy lista para su tan corta edad, tuvo suerte que anoche me la encontré yo y no otra persona porque quién sabe qué sería de ella ahora mismo—.

—Quiero verla— lo único que pedía era ver a su pequeño terrón de azúcar —por favor, la quiero ver—.

—Eso no se podrá hacer por el momento, la niña está en casa de mis padres y para meterla nuevamente al hospital será muy difícil— le revisó el suero y todo marchaba bien —aquí dice que si todo va bien, mañana por la tarde te darán de alta—.

—No tengo trabajo, estoy recién operado y no sé qué haré con una niña pequeña y mi sobrina, la señora de la renta le debo varios meses y estoy perdido Jungkook— quería desahogarse con alguien y que mejor con la persona a la que más amó en su vida —ya no puedo con esto—.

We meet again ♡︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora