—Tengo que pedirte un favor... -Susurró Justin al otro lado de la pantalla. Me lo imaginé con la cabeza gacha, sonrojado.
—Pídeme lo que quieras. -Me miró mi mamá y después de unos segundos volvió sus ojos a la pantalla.—Menos pedirle matrimonio a mi hija.
Mi cara enseguida se volvió roja. La risa nerviosa de Justin se hizo presente. ¿Mi madre estaba loca? Totalmente cierto. Ella lo estaba.
—No era eso precisamente... -El gimió.—Quería que la trajeras a Canadá para que pueda conocerla. De verdad, me encantaría conocerla.
Mi madre me miró con las cejas arqueadas, y con cierta picardía en su mirada.
—¿Sabes dónde vivimos, no? Supongo que mi hija te lo habrá comentado.
Justin hizo un ruidito, asintiendo.
—Vivís en San Francisco.- Afirmó.
—Si, y eso está un poco lejos, ¿no crees?
—Bueno, exactamente está a 4765 km, es decir, 42 horas en coche. -Concretó.
Mi madre y yo nos miramos sorprendidas. ¿Había calculado todo eso? Estaba empezando a pensar que estaba un poco obsesionado con la idea de ir a verle.
—¿Porqué no vienes tú? -Preguntó. —¿Cuántos años tienes?
—Un año más que su hija. -Respondió.
—Es decir, 17 años.
—Mamá... -Supliqué. Si empezaba a preguntarle la edad, empezaría a preguntarle todo y no me gustaría nada que le hiciera un interrogatorio.
—¡Calla Abby! -Dio una palmadota en mi cabeza.
Gruñí. Agarré mi móvil y abrí la conversación que tenía con Justin en la aplicación.
<<Dile que tienes que irte a estudiar o que te están llamando. Cortale el rollo de una vez>>. Escribí.
—¿Y estás estudiando, Justin? -Preguntó mamá.
Volteé los ojos con cansancio. En la conversación ponía que Justin había leído lo que puse.
—Si, ciencias en bachillerato. -Respondió.— Debo irme, ya. Ha sido un placer hablar con usted. -Dijo rápido, antes de que ella respondiera.
—Ay, que educado estás. -Dijo con alegría mi madre.
—Muchas gracias... -Supe que se había sonrojado por el tono de su voz.
—Buenas tardes, señora. -Murmuró.
—Porfavor, tutéame.
Abrí los ojos de par en par. Le miré de soslayo: ¿en serio, mamá? ¿En serio? Me golpeé mentalmente por tener una madre tan rara.
—Como quieras. -Respondió él.
—Voy ha hacer la comida, entonces. -Mi madre se levantó de la silla en la que se había sentado minutos atrás. —Espero volver ha hablar contigo más adelante.
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Obsession {Justin Bieber}
FanfictionLos presentaron a través de una red social. Se pasaron horas hablando y conociéndose más. No podían vivir sin hablarse. Los dos compenetraban, los dos eran iguales, pero, ¿era eso bueno? ¿Pero qué es lo que pasa cuándo uno es posesivo con el otro? ¿...