Chapter four.

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—Tengo que pedirte un favor... -Susurró Justin al otro lado de la pantalla. Me lo imaginé con la cabeza gacha, sonrojado.

—Pídeme lo que quieras. -Me miró mi mamá y después de unos segundos volvió sus ojos a la pantalla.—Menos pedirle matrimonio a mi hija.


Mi cara enseguida se volvió roja. La risa nerviosa de Justin se hizo presente. ¿Mi madre estaba loca? Totalmente cierto. Ella lo estaba.


—No era eso precisamente... -El gimió.—Quería que la trajeras a Canadá para que pueda conocerla. De verdad, me encantaría conocerla.


Mi madre me miró con las cejas arqueadas, y con cierta picardía en su mirada.


—¿Sabes dónde vivimos, no? Supongo que mi hija te lo habrá comentado.


Justin hizo un ruidito, asintiendo.


—Vivís en San Francisco.- Afirmó.

—Si, y eso está un poco lejos, ¿no crees?

—Bueno, exactamente está a 4765 km, es decir, 42 horas en coche. -Concretó.


Mi madre y yo nos miramos sorprendidas. ¿Había calculado todo eso? Estaba empezando a pensar que estaba un poco obsesionado con la idea de ir a verle.


—¿Porqué no vienes tú? -Preguntó. —¿Cuántos años tienes?

—Un año más que su hija. -Respondió.

—Es decir, 17 años.

—Mamá... -Supliqué. Si empezaba a preguntarle la edad, empezaría a preguntarle todo y no me gustaría nada que le hiciera un interrogatorio.

—¡Calla Abby! -Dio una palmadota en mi cabeza.


Gruñí. Agarré mi móvil y abrí la conversación que tenía con Justin en la aplicación.

<<Dile que tienes que irte a estudiar o que te están llamando. Cortale el rollo de una vez>>. Escribí.


—¿Y estás estudiando, Justin? -Preguntó mamá.


Volteé los ojos con cansancio. En la conversación ponía que Justin había leído lo que puse.


—Si, ciencias en bachillerato. -Respondió.— Debo irme, ya. Ha sido un placer hablar con usted. -Dijo rápido, antes de que ella respondiera.

—Ay, que educado estás. -Dijo con alegría mi madre.

—Muchas gracias... -Supe que se había sonrojado por el tono de su voz.

—Buenas tardes, señora. -Murmuró.

—Porfavor, tutéame.


Abrí los ojos de par en par. Le miré de soslayo: ¿en serio, mamá? ¿En serio? Me golpeé mentalmente por tener una madre tan rara.


—Como quieras. -Respondió él.

—Voy ha hacer la comida, entonces. -Mi madre se levantó de la silla en la que se había sentado minutos atrás. —Espero volver ha hablar contigo más adelante.

Obsession {Justin Bieber}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora