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"¡Hola, Herb! ¡Me gustan tus flores!"
"Gracias. Mi pequeño pasatiempo ..."

Si no fuera por él...

"¿Este es para mí?" Sus ojos verdes con sus suaves luces se iluminaban, el tono de las hojas, los colores que prometían noches dulces. Es del mismo color que la planta que está sosteniendo en este momento, una planta de queso suizo en una maceta de color dorado. La planta es una hoja grande, en forma de corazón que desarrolla agujeros a medida que la planta envejece, esto hace que las hojas se parezcan al queso suizo.

Herb asiente tímidamente. Está sentado en el bar, no hay nadie alrededor, incluso un cierto Drácula pelirrojo no se podía ver en ningún lugar alrededor del bar. Un momento perfecto, un momento para que Herb disfrute. Sólo él, y su amado.

"¡Oh, Herb! ¡Esto es perfecto! ¡Va muy bien con la decoración de mi bar! ¡Mira! Impresionante, ¿no?" El camarero de cabello rubio se alejó del mostrador y colocó la planta cerca de la entrada. Herb se ríe y asiente de nuevo, "Si quieres, puedo traerte un poco más".

Al escuchar eso, el rubio se volvió hacia Herb con una mirada emocionada pintada en todo su encantador rostro.

"¡En ese caso! Herb, ¿escuché que finalmente abriste tu propia floristería? ¿Puedo tener una visita mañana por la mañana?"

Herb inquietando los dedos debajo de la mesa, su rostro comenzó a sonrojarse. Pensando en ello parece que va a explotar. Bueno, no le importa que Sparkling venga a visitar su floristería, pero lo pone muy, como MUY nervioso.

"Por supuesto que no me importaría, siéntase libre de visitar en cualquier momento", aseguró Herb, lo que solo hace que la sonrisa en la cara de Sparkling sea más amplia. La sonrisa que hace crecer las flores dentro del pecho de Herb. El niño de cabello verde se dio la vuelta antes de que Sparkling se diera cuenta de que Herb lo estaba mirando demasiado.

"Vendré alrededor de las 11 si no te importa". El rubio se sentó a la mesa, justo al lado de Herb, haciendo temblar a Herb y se sonroja aún más; su rubor era una especie de floración, el tipo de rosa que trae rosas de champán a la imaginación.

"¿Hm?" Sparkling se dio cuenta e inclinó la cabeza, "¿Ya estás borracho? Tu cara se ve muy roja. Mira, ni siquiera has terminado tu bebida, aqui~" Sparkling se rió y desliza la bebida frente a Herb más cerca de sus manos. Herb se estremeció una vez más, con las piernas casi temblando. Quería decir "Estoy bien", así que se volvió hacia Sparkling, pero antes de que cualquier palabra se deslizara de sus dulces labios, en su lugar capturó un paisaje muy exquisito. Una pintura a la vista. Sparkling sentado en la mesa, observando a Herb con una mirada suave, sonrisa gentil. Su cabello rubio le recuerda a Herb los tulipanes en crecimiento en su patio trasero. Sus ojos verdes brillan dentro de las luces de la calle reveladas desde la ventana detrás de ellos. Oh, qué verde es el color favorito de Herb.

"¿Herb?", Gritó la dulce voz, Herb sacudió la cabeza y volvió a apartar la cara.

"Yo- um ... Creo que yo... Realmente debería ponerme en marcha ahora, estabas a punto de cerrar el bar también, ¿no? Lo siento por venir a última hora así", Herb se arregló el cabello y se puso de pie nerviosamente, Sparkling solo respondió con una risita alegre.

"¡Estoy feliz de que hayas venido! Se siente especial así", le guiñó un ojo a Herb, haciendo que la necesidad de abrazarlo y simplemente besarlo por toda su cara se hiciera más grande dentro de Herb. "Yo ..." Herb se aclara la garganta, "Te veré mañana, entonces Sparkling. Hasta luego ..."

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