Trying Again ⸺lixsung。

7. forget

Jisung observó el rostro ligeramente asustado del menor, probablemente pensando que le trataría como siempre, con su indiferencia y rechazo.

―Y... ¿adónde fueron? ―preguntó desviando la mirada, sintiéndose tímido.

―Salieron a hacer algunas actividades... ―Felix aventuró jugando nerviosamente con sus propios dedos―. Yo les pedí de favor a los hyungs... eh, que se llevaran a todos. Lo siento.

Jisung abultó ligeramente su labio inferior y negó con la cabeza. No sabía cómo decirle al menor que estaba dispuesto a escucharle, que dejaría de ser un inmaduro y resentido para por fin poder hablar. Jisung no fue idiota, notó claramente las intenciones de Felix hace tiempo, pero estaba muy dolido por sus frías palabras y no quería escucharlo.

―Lix... ―Jisung alzó la mirada y le regaló una pequeña sonrisa―. ¿No quieres hablar?

Felix asintió, se acercó a él y se sentó a su lado, pero manteniendo cierta distancia para no molestar al mayor. Jisung había adelgazado un poco y los huesos se marcaban en su piel, haciéndole lucir un tanto enfermo, sin embargo, seguía viéndose hermoso.

Felix le admiró con una sonrisa tímida.

―Jisungie... Quiero comenzar con una disculpa. Me- me asusté, lo primero en lo que pensé fue que todo terminaría, que ya no podríamos seguir en el equipo y no quise... No quería dejar esto. ―Felix apretó su propio brazo, encogiéndose de hombros―. Pensé en abortar porque lo tomé como si fuera un problema, pero tan pronto como te fuiste, yo me sentí terrible. Te lastimé, ¿verdad?

Jisung mordió con fuerza su labio inferior, asintiendo paulatinamente ante las palabras de ese monólogo.

―Me arrepentí. Cuando llegué a casa ese día estabas muy mal y no sabía cómo arreglar lo que había hecho, pensé en darte un poco de espacio, pero el tiempo se me fue de las manos. ―Felix suspiró obviando el tema de que Jisung no fue precisamente fácil con él desde que se separaron―. Tenías todo el derecho de estar molesto conmigo, y no dejármelo fácil.

La voz de Felix se quebró y mantuvo el silencio por unos segundos, tratando de recuperarse. Sus ojos picaron irritados.

―Haré lo que sea. Lo juro. Haré lo que me pidas, pero por favor, por favor permíteme estar contigo y nuestra hija. ―Las lágrimas que se acumularon en sus ojos bajaron como cascadas―. Hani, te lo suplico.

Jisung cerró los ojos al ver a Felix de esa manera, suplicando con su voz tan rota que le dejara ser parte del gran todo que había construido él solo en los últimos tiempos. Jisung tenía miedo, sabía que Felix no lo hacía apropósito, pero no quería siempre terminar herido por él.

―Lix... ―el susurro de Jisung, bajito y casi renegado, hizo a Felix temblar de miedo―. Está bien, ¿quieres ser parte de esto? Está bien ―volvió a repetir, regalándole una pequeña sonrisa que murió al instante―. Pero... no sé si sea buena idea seguir juntos. Todavía somos inmaduros e idiotas, y podemos lastimarnos de nuevo.

Felix sorbió su nariz y negó lentamente con la cabeza incapaz de asimilar aquellas duras palabras. Aunque estuviera diciendo la verdad.

―Daré lo mejor de mí. No volveré a lastimarte. Lo hicimos bien por cuatro años, ¿verdad? ―Felix tomó la mano de Jisung sin poder detenerse a sí mismo―. ¿Olvidas todo lo que vivimos? ―estaba desesperado.

Jisung apretó sus labios en una línea.

―Tengo miedo. Siempre me lastimas...

―Por favor, confía ―Felix volvió a suplicar―. Una última oportunidad. ―Se arrodilló enfrente del mayor y colocó ambas manos en las piernas ajenas.