Trying Again ⸺lixsung。

4. destroyed

Jisung no explicó nada más, sólo se encerró en su habitación en solitario. Se soltó con esfuerzo de los brazos que le sostenían, ya ni siquiera recordaba quién era el que lo hacía, y caminó hasta la habitación que compartía con el australiano.

Jisung se caía a pedazos; todos los sueños, las ideas tontas y maravillosas que había tenido en la última semana se esfumaron con unas pocas palabras y sentía que se quería morir. Se sentó en el suelo de la habitación, arrastrando la almohada de plumas de Felix, abrazándola contra su cuerpo y llorando sobre ella desconsoladamente.

Jisung estaba enojado, se sentía estafado. Las palabras y acciones bonitas de su novio en esos últimos años no habían valido nada, porque ahora estaba solo, abandonado. Sin embargo, Jisung quería tratar de entender: Felix no estaba listo para ser padre y él no iba a obligarlo, aunque sus frías palabras y el cómo no se tardó ni un instante en pensarlo le rompían el corazón a pedazos.

Limpiándose las lágrimas y tomando una bocanada de aire, Jisung comenzó a juntar sus cosas de esa habitación. Debía irse para no invadir el espacio del menor, de todas formas, probablemente se iría de los dormitorios pronto. Jisung hizo su pequeña maleta y salió de la habitación, no sin antes mirar con nostalgia y profunda tristeza lo que había sido su nido de amor por mucho tiempo.

―Hanji ―murmuró Hyunjin apenas Jisung cruzó el umbral.

Hyunjin y Changbin estaban parados en el pasillo hacia rato, tan sólo esperando a que Jisung saliera para poder hablar con él; Minho y Chan habían salido de la casa en búsqueda de Felix.

―Hyung... ―dijo el menor, sorprendido, bajando la cabeza.

―¿Adónde vas con eso? ―preguntó Changbin mirando la maleta, anonadado. 

Jisung se encogió de hombros.

―¿A casa de mis padres? ―casi preguntó, Jisung negó con la cabeza―. No sé.

Hyunjin comenzó a negar de igual forma, tomando al menor por el brazo sin ejercer fuerza.

―Hanji, te quedas aquí. ¿No quieres estar en la habitación de Felix? Bien, vendrás conmigo o con Binnie, pero no te vayas... Por favor.

Los ojos de Jisung volvieron a llenarse de lágrimas.

―Voy a ser una molestia aquí ―Jisung sollozó negando con la cabeza, pero sin hacer un mínimo de esfuerzo por soltarse del agarre―. ¿De verdad quieren a un llorón hormonal en casa?

―Claro que sí ―dijo Changbin sin pensarlo siquiera, acercándose más, tomando al menor por el rostro para que le mirara―. Hani, por favor, no te vayas. Vamos a cuidar de ti, nunca vas a estar solo. ―La desesperación en su voz fue en disminución al ver que Jisung cedía.

Jisung trató de sonreír. Dejó la maleta en manos de Hyunjin y se abrazó al amplio pecho de Changbin.

―Sólo quiero seguir llorando, me siento muy mal. ―Jisung continuó sollozando, aferrándose a Changbin y temiendo que este le soltara así como Felix lo hizo―. Esto no fue planeado, pero... ¿por qué él dijo eso? ¿Él quiere abortar a nuestro bebé? Yo... me quiero morir, Binnie.

Changbin miró con tristeza y rabia a Hyunjin, teniendo que tragarse sus palabras de odio. Hyunjun apartó la mirada, apretando los puños ante lo que acababa de oír; todavía no se creía que Felix hubiera sido capaz de ser tan frío.

―Vamos a la habitación, necesitas descansar. Esto le puede hacer mal al bebé ―murmuró Changbin, separándose ligeramente de Jisung.

Jisung asintió y se dejó conducir por el mayor hasta su habitación.