XII

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--- El amor es la fuerza más humilde, pero la más poderosa de la que dispone el mundo ---

Wellston, restaurante | 21:30 p.m. | PoV: John.

Finalmente hemos llegado al restaurante, vaya que ese camino fue un poco exhausto, parece que Evie de igual manera está un poco cansada, pero se le puede notar una hermosa sonrisa en su rostro... es muy linda, definitivamente es muy linda. Bueno, entramos al restaurante y pedí la reservación que había hecho una vez compré los regalos hace 2 horas. Pasamos a la mesa para poder sentarnos y poder charlar mientras traían la comida.

- Por cierto, sé que aún no te lo he dicho pero... feliz cumpleaños mi rollo de canela - le dije con una gran sonrisa, ella solo me vio un poco sorprendida y luego sus ojos se iluminaron considerablemente, como si hubiera recuperado la vida o algo así, me encanta verla feliz... realmente espero poder pasar con ella el resto de mi vida.

- ¡Mu-Muchas gracias John! - me respondió muy animadamente, yo solo me reí por su actitud y seguimos hablando de temas triviales, mi sorpresa será después de la cena, una vez que llegó la comida, hablamos y comimos, mientras ambos reíamos por lo dicho del uno al otro. Podría decir que, esta es y por mucho, la mejor noche que he tenido en mi vida, después de tantos años y de tanto sufrimiento... finamente tengo a mi luz. Y la protegeré cueste lo que me cueste, incluso si... debo morir en el proceso.

Descartando el pequeño pensamiento por ahora, me centré en mi charla con Evie, sus bellos ojos rosa claro, con su hermoso cabello color rojo oscuro. Su bella sonrisa y sus ojos atentos realmente estaban inundando una sensación de paz en mi interior, una paz que no sabía que podía tener hace menos de un año, e incluso peor cuando me enteré de la muerte de mi amado padre, pero ella, la persona que tengo en frente, la persona que siempre me ha ayudado y apoyado. No importa que pase, protegeré su sonrisa.

Una vez que finalizamos nuestra comida pedí un pequeño postre para poder compartirlo, mientras hablábamos un poco juguetonamente decidí hacerle una pequeña broma.

- Bueno, mi dulce rollo de canela, como puedes ver aquí, solo hay un helado pero hay dos cucharas, ¿Qué tal si yo te alimento, y tú me alimentas a mí? - le pregunté con una sonrisa un poco burlesca, inmediatamente se sonrojó e hizo un pequeño puchero, abrí la boca para decirle que solo era una broma, pero me calló sin incluso decir una palabra, lo hizo poniéndome una cucharadita de helado en la boca. Era delicioso, pero al venir directamente de ella se hizo aún más sabroso. 

- Y-Ya te alimenté J-John, aho-ahora... es t-tu tur-turno - me dijo con la cara completamente roja, yo solo la miré con un pequeño sonrojo y luego me reí, dado que Evie era muy tierna cuando se lo proponía, demasiado diría yo, demasiado hasta el punto de ser peligroso... pero está bien, creo. Con una sonrisa agarré otra cucharita y le di el helado en la boca, ella solo lo probó y mostró una cara maravillada, supongo que debe ser porque el helado es muy sabroso. Seguimos hablando hasta que ya eran las 22:15 p.m. decidí que ya era la hora de eso.

Pagué la cuenta y caminé con Evie tomándome del brazo, parecía un poco incomoda, supongo que debe estar cansada, ya solo falta esto y, si ella me corresponde, esta será definitivamente la mejor noche de mi vida, al darse cuenta de que no estábamos yendo al dormitorio me miró con una cara confusa, al darme cuenta de esto decidí darle una respuesta un poco vaga, pero la cosa es que no se entere de mi sorpresa.

- Tranquila, iremos a un último lugar y finalmente te llevaré a tu dormitorio, ¿te parece bien? - le pregunté con una sonrisa que transmitía confianza, ella solo me vio por un par de segundos y luego me sonrió aceptando mi propuesta. Seguimos en nuestro camino y 10 minutos después finalmente llegamos al destino, era un mirador con una vista hacia Wellston preciosa, mostraba toda la ciudad y todo estaba encendido. Dando una gran imagen. Me adelanté un poco más hacia el mirador y Evie solo se me quedó mirando.

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