Tras la Mascara (Editada)

1. ¿Como llegue a esto?

                                           EDITADO

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¿Como es que llegue a esta situación?

Esa misma pregunta se repetía una y otra vez en mi cabeza, pero después de dos horas pensándola y repitiéndola en mi mente seguía sin encontrar ninguna respuesta.

Se suponía que tenia que estar terminando de preparar las maletas, ya que esta noche tras mas de un año meditándolo había decidido dar un paso al frente, escapándome de aquella vida que tenia (junto a mi hermanastra Lili de cinco años) y que lo único que me provocaba era repulsión y odio por todo aquel ser vivo o humano que se me cruzase por delante.

Pero no. Como siempre mi mala suerte se cruzo por medio, tirando todos mis planes de huida a la basura.

Ya que no estaba saltando por la ventana con mi maleta en mano y mi hermana a mi lado para empezar nuestra nueva vida, como yo tenía planeado.

Todo lo contrario, ya que me encontraba en la biblioteca de la inmensa mansión en la que vivíamos mi "querido papa", todo el personal, mi hermana y yo. Sin olvidarnos de la aprovechada de mi tía Clarisa, que desde que se quedo viuda hacia 6 años vivía con nosotros junto a sus dos hijos, mis primos, Daniella de diecisiete años y Thomas de veinte.

Por lo que entenderán que si mi vida era un infierno, con su llegada la cosa no mejoro... para nada... ya que por alguna razón que todavía desconozco Clarisa me tenía un odio inmenso. Y con mis primos era mas o menos lo mismo.

En fin... ahí me encontraba yo. Con la mirada de Clarisa clavada en mi nuca. Transmitiéndome con la mirada odio puro (mas del que me enviaba diariamente)

Y mis primos que me miraban, desde el mismo sitio que su madre, con una mirada llena de envidia y odio.

Y a la cabeza, en ese momento, lo único que se me venia era una frase... Si las miradas matasen... mmm... probablemente estaría tres metros bajo tierra.

Bueno, que nos desviamos del tema, como decía, ahí me encontraba. Con mi "querida familia" a mi espalda y una fila de hombres con traje negro sentados delante de mi.

Y no eran precisamente buenas noticias lo que venían a darme. El hombre de negro más viejo y con pinta de jefe se puso a hablarme sacándome así de mis delirios mentales.

-Señorita Brown, mi nombre es Tom, y soy el abogado de su padre- y ahí es donde empezaba con su discurso.

-Lamento mucho la perdida de su padre. Y siento mucho mi falta de tacto, ya que el pasó a mejor vida hace menos de un día. Pero el Sr. Brown me dio ordenes de que si le sucedía algo, le leyera el testamento lo mas pronto posible.

Y se preguntaran, como es que mi padre estaba muerto. Pues simplemente les diré que ayer tras comportarse como un verdadero padre por primera vez desde que tengo uso de razón, salvándome la vida, murió.

Mientras yo me perdía en mis pensamientos, Tom el abogado seguía hablando y no parecía dispuesto a parar, por lo que ya con mala leche de tanta palabrería le arrebate el testamento de las manos y me puse a leer en voz alta.

-Hija, si estas leyendo esto es por que lamentablemente ya no estoy es ese mundo. Lo más importante que quiero decirte es que siento mucho haberos abandonado a ti y a tu hermana Lili durante todos estos años.

Bueno, por lo menos reconocía que nos había dejado de lado, pensé.

-Y se que no es excusa suficiente, pero la muerte de tu madre me dejo muy mal, y tu me recordabas demasiado a tu madre y Lili era idéntica a Jenny.

Tenía razón, eso sonaba a una excusa, pero en el fondo lo entendía.

-Por eso espero que algún día podáis perdonarme. Y quiero que sepas que te quiero mucho y que os deseo la mejor de las suertes en vuestra vida futura...

¿Quien era el hombre que escribió esto y que había hecho con mi padre?

Según avanzaba en la lectura lo único que encontraba eran palabras bonitas y cursilerías, y sin el mas mínimo remordimiento me lo salte y me fui a la parte que mas me recordaba a mi padre. La parte que hablaba del dinero.

Se que suena insensible, pero es la verdad. Reconozco que el día anterior hizo la primera cosa buena por mi, pero en todo lo demás fracaso. Y no lo juzgo, por que todos cometemos errores.

El problema es que todo el mundo se olvidaba de una parte muy importante. Y era que mi hermana y yo también sufríamos.

En fin... Como decía ahora venia lo que si identificaba a mi padre. Cogí el testamento y continué leyendo en voz alta.

-Y tras decir todo eso, iré a la parte más importante. Todo el dinero, posesiones, empresas y poderes políticos que ahora pasan a vosotras. Espero que sepas cuidar de todas las posesiones de la familia Brown.

¿Veis lo que os decía? Ese era mi padre.

-Y le dejare a mi abogado una lista de pretendientes para que escojas uno y puedas mejorar todo lo que te dejé. Y recuerda que solo en caso de que tú o tu hermana faltéis todo lo que poseemos pasaría a manos de mi hermana y sus hijos.

Uffff eso ultimo la iba a cabrear, y mucho. Y luego seré yo la que pagara los platos ro... un momento... ¿Ha dicho lista de pretendientes?

-Solo me queda decirte que os cuidéis y sobretodo que no te fíes de nadie. Ni siquiera de tu propia sombra ya que cualquiera puede estar detrás de ti. Y cuida de tu hermana como yo no supe hacerlo Ya que ahora su custodia pasa a ti. Un beso. Os quiere vuestro padre.

Mi padre decía que nos cuidásemos, y cuanta razón tenía. Pero por culpa de mi estupidez ahora estaba muerto.

Al terminar de leerlo, comencé a notar que me ahogaba y necesitaba salir de esa habitación, quería soledad para poner mi cabeza en orden. Por que estaba a un pequeño paso de sufrir un colapso mental.

-Disculpen, pero me retiro. Me gustaría un poco de soledad para pensar.- después de un gesto afirmativo lleno de comprensión por parte de Tom me retire.

Salí de la habitación cerrando la puerta y quedándome al otro lado durante unos minutos escuchando lo que se decía en el interior.

-¡Pero como puede ser que el loco de mi hermano le haya dejado todo a esas niñas! ¡Tiene que ser un error!

Ya decía yo que la aprovechada había tardado en saltar.

-¡Exijo que lo leas de nuevo! ¿¡Y eso de que solo si ellas faltan podremos tocar algo de lo que le pertenecía a mi hermano!? ¡Tiene que ser un error!

-Lo siento Sra. Clarisa. Pero no hay ningún error. Y ahora nos retiramos. Dígale a Soniia que mañana vendremos para revisar los papeles. Y ahora con su permiso nos retiramos.

Antes de que Tom y su séquito de negro salieran de la biblioteca me fui camino a los jardines de la que ahora era mi mansión. Pero en la hora que llevaba andando me venían a la mente siempre la misma pregunta.

¿Como llegue a esto?

Tras preguntarme eso, toda mi mente se lleno de imágenes y recuerdos del día anterior. ¿Como podía ser que una discusión entre tantas otras hubiese terminado así? Pero era verdad y no podía cambiar nada.

Todo empezó con aquella discusión del día anterior.

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Mañana el próximo!!! :)