35. Juicio

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¡EDITADO!  

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PVO SONIIA

¡Por fin!

Hoy después de seis meses hospitalizada, por fin podría volver a casa.

Estos meses habían sido una autentica tortura, la comida (por llamarla de buena manera) era un arco, además de que a Lili y a los mellizos solo pude verlos contadas veces y no por mucho tiempo, ya que el hospital no era sano para ellos siendo tan pequeños.

Estábamos a doce de Agosto, por lo que estamos a una semana del cumpleaños de los gemelos.

Dos años.

La primera vez que vinieron a verme estaba asombrosamente nerviosa. Tenía el estúpido temor de que no me reconocerían.

Había sido demasiado tiempo separada de ellos siendo tan pequeños, y aunque no tenía por que, me sentía un poco culpable por no haber estado con ellos durante estos meses.

Pero todas las dudas se esfumaron cando los vi cruzar la puerta de la habitación del hospital.

Sonreí al recordarlo. Entraron llorando y con una sonrisa en la boca. Will los ayudo a subirse a la cama, ya que ellos solos no podían.

Ellos inmediatamente se lanzaron a mí agarrándome con fuerza (cosa que dolió un poco) aunque en ese momento no me importaba. Les devolví el abrazo de inmediato con lágrimas corriendo por mis dos mejillas.

-Vamos Soniia.- mire hacia puerta y le sonreí a Will.

-Es hora de volver a casa.- fui hacia él, y poniéndome de puntillas uní mis labios a los suyos.

Note como sonreía. Se separo de mí, para darme uno en la mejilla, para después pasarme el brazo por el hombro y conducirme fuera de la habitación. Fuimos hasta el taxi que estaba parado en la puerta del hospital.

Durante todo el camino, estuvimos rodeados por un silencio cómodo. Ninguno de los dos hablaba.

Yo me encontraba con la cabeza apoyada en su hombro, mientras que el continuaba con su brazo en mis hombros, mientras su mano me hacia caricias en el brazo.

Y después de veinte minutos de viaje llegamos a casa. Will abrió la puerta, y antes de poder dar más de dos pasos, Lili me tenía agarrada fuertemente por la cintura.

-Soniia, me alegro que estés de vuelta.- le acaricie el pelo, con ternura.

Una de las cosas que más me habían sorprendido fue el que Lili hubiese recuperado los recuerdos.

Y la verdad es que al saberlo, la carga de culpa, que según Will era injustificada, había desaparecido.

-Estoy en casa.- dije sonriendo.

Después de eso fueron besos y abrazos por todos lados. Incluidos mis preciosos gemelos.

Al ver a Clarisa me tense. Will ya me había contado todo lo que había pasado.

Por una parte estaba sumamente agradecida, ya que si no fuera por ella no estaría aquí en estos momentos. Pero por otro lado no podía evitar estar recelosa a su alrededor.

Simplemente le di una sonrisa tímida y agradecida, para después irme a dormir, ya que, a pesar de estar recuperada, me encontraba sumamente cansada.

Tras la Mascara (Editada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora