— Oi, Anne... ¡Anne!
Un susurro suave pudo oírse entonces a escasos centímetros de su oído casi como si tratara de despertarla con amabilidad, aquello provenía de una voz familiar, pero con un tono infantil desconocido para ella, al mismo tiempo como un acto reflejo sus ojos que se abrieron dificultosamente divagaron lentamente por la escena que poco a poco comenzaba a mostrarse en frente suyo, un paisaje de un blanco tan puro como la nieve se había formado a su alrededor, un destello brillante y cálido en el cual una amable y pequeña figura parecía destacar a contra luz
— ¡Anne! ¡Tienes que despertar!
Grito en esta ocasión, y como si su subconsciente respondiera, un fuerte espasmo en su cuerpo la saco de su ensoñación.
Aquella amable voz, parecía haber sido reemplazado por múltiples voces lejanas que reproducían palabras inentendibles, solo una cosa había sido clara en ese momento, el suave y conocido sonido del mar, que para entonces parecía mecer lentamente su cuerpo.
— Muchachos, está despertando —se oyó a continuación dirigiéndose a algún punto tras de él, la joven parpadeo un par de veces ayudando a que poco a poco la silueta frente a ella comenzara a volverse más clara. Un hombre de cabellera rubia la recibió, sus ojos oscuros parecían cansados o ligeramente adormecidos. Múltiples heridas podían apreciarse en la totalidad de su cuerpo, al mismo tiempo que su torso descubierto, permitía la visualización de un tatuaje inusual. Una cruz, en compañía de lo que parecía ser una medialuna invertida. Un bigote.
Un distintivo de los piratas Barbablanca.
Por acto reflejo, la pelinegra se incorporó y busco resguardarse alejándose bruscamente de aquel individuo, hasta que termino por toparse con el respaldo de la cama en la que se hallaba, si bien no percibía peligro, su cuerpo parecía mantener un estado de alerta mecánico.
— Oye, ¡Oye!¡Tranquila! Ten cuidado no estas...
Un quejido se escapó a continuación de su propia garganta, había bastado un único movimiento brusco, y un dolor punzante pareció recorrerle la totalidad del cuerpo.
— Que...que es...—se quejó, su voz fluyo ronca, quizá debido al largo tiempo que había permanecido callada, y fue en ese momento en el cual realmente se volvió consciente de su condición. Su cuerpo presentaba múltiples vendas, y una evidente mancha roja parecía resaltar en su abdomen, la falta de cuidado anterior a la hora de moverse, había provocado que esa herida, que tan solo horas antes había sido tratada, volviera a abrirse.
— ¡Traigan al médico! —exigió aquel hombre una vez más conduciendo sus palabras hacia aquellos detrás de él. Pero no paso mucho cuando volvió a centrar su atención en aquella mujer, a quien él mismo, había rescatado.
Pues tras haber presenciado lo sucedido en Marineford, sin saber realmente porque, un impulso casi desesperado había surgido en su interior que lo obligo a sacar a esa mujer de allí.
Ella había matado a uno de los nuevos piratas Barbanegra, y estuvo más cerca que nadie de herir al propio Teach, pero en consecuencia y debido a la proximidad, recibió un ataque directo de su tripulación.
Una espada atravesó su cuerpo, y unas balas casi a quema ropa hirieron sus tobillos, quizá en busca de dificultarle el escape.
Había sido un verdadero milagro que sobreviviera. Y que Marco hubiera podido sacarla exitosamente de allí.
— Shiryu y Van Augur te atacaron —hablo finalmente aquel hombre procurando acercarse lenta y cuidadosamente a ella. — logré sacarte durante el caos, pero realmente no pude evitar que te lastimarán. Lo que hiciste fue realmente peligroso —continuo entonces.
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One Piece: Archivo Eliminado
Fanfiction"La voluntad heredada. El cambio de las eras y los sueños de la gente. Estas cosas nunca podrán detenerse. En tanto la gente siga buscando el significado de la libertad, estas cosas nunca dejaran de existir." - Rey de los piratas, Gol D. Roger Al no...