Lunes

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-AL SEÑOR, TU DIOS ADORARAS, Y  SOLO A EL SERVIRAS.
Lucas 4:8

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Después de un largo año, la tan ansiada semana había llegado, esta vez su familia no lo distraería de objetivo principal, el cual se resumía en una sola palabra, Remus.

—Hijo— llamo a la puerta su padre —¿Puedo pasar?—

—Reg es el que se molesta si entras sin tocar— Se rio Sirius mientras iba a abrir la puerta —Anda pasa—

—Si, bueno, no me sorprendería encontrarte distribuyendo droga en sobres, y prefiero no encontrarte en esa situación— Bromeo su padre mientras se sentaba en su cama —Por eso tocó, para darte tiempo de esconderla—

De una forma dramática Sirius se llevo una mano al pecho y camino alrededor de la habitación —Crees que tu bebé, haría tal cosa, me ofendes Orión—

Su padre se rio y lo jalo hacia él para abrazarlo y hacerle cosquillas, acto que sabia a Sirius le encantaba, eran ese tipo de momentos padre e hijo que se valoraban mas por ser simplemente espontáneos y ridículamente divertidos, no importaba que Sirius tuviera casi la mayoría de edad, siempre seria el pequeño caballerito de papá.

Aparte de que durante esa semana tenían prohibidas las muestras de cariño en la familia, y mas si era entre hombres

—Hijo, se que detestas esto, pero quería que. . .—

Lo corto de momento un tanto molesto mientras se alejaba de él, ya sabia que tema iba a tocar —Porque cortas tan lindo momento con cosas feas— Se sentó a la orilla de cama ayudando a su padre a hacer lo mismo

—Eres mi hijo mayor, y serás mi heredero y sucesor el día que muera— Sirius lo miro molesto, odiaba que sus padres le recordaran que un día iban a morir —ya fuiste anfitrión en año nuevo, que te quita serlo esta vez—

A Sirius realmente no le importaba mucho actuar como anfitrión de la semana santa, era fácil, solo recibir y despedir, pero este año tenia que ofrecer su casa a tres nuevos integrantes de la familia, una de ellas ya la esperaba con ansias, pero los otros dos, eran el esposo y el prometido de sus primas. Ambos hombres eran desagradables y repulsivos, podía odiar a sus primas pero deseaba que encontraran a alguien digno de ellas. 

—No quiero hacerlo, detesto la hipocresía y sonreír a Malfoy después de lo pienso de él es una completa falta a mis principios, y no quiero decir nada de Lestrange—

—Se que no te agradan, pero ve el lado positivo, ellos no llegaran desde hoy, y solo estarán dos días— Su padre sonrió y le dio un tierno golpe en el hombro —Aparte, tío Alphard viene también, eso ya es demasiado bueno para ser real—

Sonriendo débilmente, Sirius asintió, indicando que jugaría el papel de anfitrión

—¡Ese es mi muchacho!, ahora ponte más guapo y baja para comenzar el show— Dio un rápido beso en la mejilla de Sirius y se dirigió al cuarto de su otro hijo quien aún estaba dormido.

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La mañana avanzo mas rápido de lo esperado, no le dio tiempo de anudar su cabello, pues su familia ya lo esperaba en la puerta de la casa. Con una sonrisa fingida salió a la entrada a recibir su 'encantadora' parentela

Una sola vez. . . || Sirius BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora