One-Shots Kimetsu no Yaiba

Señas de amor

Pedido de: Sempai_17
( Rengoku Kyoujuro x Lectora)

Una joven miraba por la ventana del auto, dónde su madre manejaba.

— ¿Segura que estarás bien sola T/N?.

La joven asintió moviendo la cabeza. Era nueva en el colegio y eso le ocasionaba que se sientiera nerviosa. Pues en su anterior escuela habían salido las cosas muy mal.

— De cualquier manera, el director sabe. Puedes ir con el si tienes problemas y podría venir por ti.

La joven volvió a asentir. Cuando estuvieron frente a la puerta de la escuela la joven abrió la puerta del auto y cargo con su bolso.

— T/N por favor ten cuidado — hablo la madre.

T/N le sonrió para que su madre se calmara.

Aunque ella por dentro quería regresar a su hogar y estar acurrucada en sus mantas. Pero ya era tarde para arrepentirse.

Ella comenzó a caminar, la escuela era grande y llena de árboles. Estaba segura que si habría algún problema encontraría un lugar para estar tranquila.

Más alumnos comenzaban a llegar, así que aceleró el paso para encontrar su aula y ser la primera. Tener un minuto de silencio antes de iniciar las clases era algo bueno. La escuela estaba totalmente sola, sin ruidos ni conversación alguna que la lograran distraer; solo ella.

Amaba estar en silencio, pues se podían escuchar el sonido del viento y el canto de los pajarillos.
En ese momento la risa de alguien la hizo mirar de dónde provenía esa risa tan escandalosa.

Entre los pasillos un par de maestros caminaban a las aulas que marcaban los horarios.

— ¡Rengoku, al salir iremos a beber un poco!.

— ¡Está bien, pero no será tanto. Tengo que regresar a casa!.

— Nos vemos, Rengoku.

— ¡Adiós Uzui!.

El mencionado camino mirando sus libros; mirando hoja por hoja para dar su clase.
Entro a un aula cercana y ahí fue donde dejo sus cosas en el escritorio y después busco en uno de los estantes una tiza para escribir en el pizarrón.
Al no encontrar ninguna tardo más de lo normal pues tenía que mover las cosas para encontrar su material.

T/N miro al profesor de espaldas, no quería se percatara de su presencia en el salón. Paso a paso avanzo hasta un asiento sin hacer ningún ruido.

Se sentó, dejo sus cosas a un lado de su asiento.

— ¡Lo siento no me di cuenta que entraste!.

La voz del profesor la asusto, haciendo que su cuerpo dieta un brinco de la sorpresa.

— Lo siento, perdón por asustarte — dijo con una sonrisa — ¿Eres de esta clase?

No recibió respuesta alguna. La joven solo miraba al mayor que seguía esperando su respuesta.

— Parece que eres de muy pocas palabras. Está bien no te forzaré a contestar a mi pregunta.

El profesor notó la incomodidad en el ambiente, así que extendió su mano y le entrego la tiza a T/N.

— ¿Podrías escribir la fecha en la pizarrón?. Los alumnos comenzarán a llegar y necesito que el pizarrón esté listo. Pero tengo que acomodar todo lo que saque de aquí.

T/N asintió y tomo tímidamente la tiza, se levantó y camino hasta el frente de la clase. Comenzó a escribir con movimientos fluidos y cuando terminó coloco la tiza en el escritorio.