Secret Alpha || larry stylinson

O14

El rizado comenzaba a acostumbrarse a la presencia del hombre lobo.

Este era uno de los momentos que agradecía tener una compañía tan agradable.

Ahora estaban teniendo un muy serio debate.

—Yo digo que Mal no merecía a Ben. —dijo el rizado con el ceño levemente fruncido—No me parece la película, para nada.

Louis batió su cabeza, tomando las mejillas de Harry en sus manos—Claro que sí lo merece, Ben se enamoró de ella así que ella lo merece.

Harry volvió a negar, soltando un pequeño bufido—Insisto en que no, ella le dio galletas mágicas para enamorarlo y luego abandonó a Audrey gracias al hechizo que le hicieron.

—Pequeño mocoso peleón, ya te dije que Mal merece a Ben y fin de la discusión. —respondió el castaño con una sonrisa ladeada—No pienso decir nada más porque yo tengo la razón.

El menor bufó de nuevo, cruzandose de brazos—Que no, Audrey siempre quiso a Ben y luego llegó la otra y le quitó a su novio de siempre, eso no es justo.

Louis se encogió de hombros, resignado a discutir con Harry sobre la película.

—Entonces mejor veamos otra película, así dejas de ser tan chillón y podemos ver una en la cual ambos estemos de acuerdo en las acciones de los personajes ¿Hm?—dijo en voz baja.

La primera parte del cortejo fue ver las películas de disney que el rizado quería, pues este le había comentado que nunca había visto ninguna de sus películas favoritas con alguien más.

Y a Louis le pareció buena idea ver unas con él, así se sentiría bien con la compañía.

Harry rodó los ojos, sentándose a su lado—Mejor veamos gravity falls, en esa estaremos de acuerdo.

El hombre lobo asintió, acomodandose en su lugar.

Y así pasaron la tarde viendo una serie.

Cuando la noche cayó ambos habían visto demasiados capítulos juntos, riendo y comiendo golosinas que habían preparado.

Y ahora llegando las diez de la noche el castaño sabía que Harry debía ir a dormir ya que al día siguiente tenía que ir al colegio.

—Hey mocoso. —dijo el ojiazul en voz baja, acariciando sus costados—Es hora de ir a dormir, no seas holgazán ¿Hm? Mañana tienes que levantarte temprano y no quiero ver esas bolsitas feas debajo de tus ojitos así que es hora de ir a la cama.

Un pequeño puchero se formuló en los labios del ojiverde, quien se removió en el sofá—No quiero levantarme de este sillón, es muy cómodo y me gusta mucho así que dormiré aquí.

Louis batió las cejas con diversión, teniendo una idea en su cabeza—Okay, no te quieres levantar. —tomó los muslos de Harry en sus brazos, alzandolo en el aire—Entonces yo te llevo a la cama, no puedes dormir aquí o tendrás un dolor horrible en el cuello.

—¿Me vas a llevar a todos lados en tus brazos? Eso suena interesante. —el menor rió bajo, abrazandose al cuello del mayor para no caer—Mañana debo ir al colegio, tonto colegio lo detesto.

—Mhm pues no debes hacerlo, debes estudiar para poder mantenerme más adelante. —soltó una carcajada, acariciando las mejillas del ojiverde.

Harry frunció levemente en ceño, según lo que Louis le había contado los alfas mantenían a los omegas.

—Pues eso no es justo, tú me tienes que mantener a mi porque tú eres el alfa y yo el omega así que no pienso estudiar mantenernos. —respondió Harry, batiendo su cabeza en varias direcciones—No es justo, tú me vas a mantener a mi.

El contrario volvió a reír—Yo te dije que no eran reglas que necesariamente hay que seguir, depende de cada quien ¿No? Así que en nuestra línea tú me mantienes a mi y yo cuido a los cachorros.

—¿Cachorros como hijos o como mascotas?—ladeo la cabeza—Eso quiere decir que vamos a adoptar perritos y tú los cuidas.

—No cariño, cachorros se les dice a los bebés en un apodo cariñoso ¿Hm? No necesariamente son perritos así que hablaba a nuestros hijos.

—Mhm... ¡Espera! ¿Por qué tú no estudias?—preguntó con curiosidad, entrecerrando los párpados—No es justo.

Louis rió de nuevo, depositando al más bajo en la cama—Yo ya terminé mis estudios, trabajo como segundo gerente en la empresa de mi padre.

—Entonces eres un ricachón y me vas a mantener, entonces sí quiero. —rió bajo, acomodandose entre las mantas.

—No digas tonterías, mocoso, ya duérmete que mañana debes ir al colegio para mantenerme. —el mayor rió nuevamente, dejando un beso en la frente de Harry antes de salir de la habitación con una sonrisa en su rostro.