No sin ti (Liam Payne y tu)

Todo comenzó así.

Todo comenzó con un "Cariño, tenemos que hablar". 

Recuerdo que cuando mi madre dijo eso, me puse muy nerviosa, por que la mayoría de veces que oímos esa frase suele ser para dar una mala noticia.

Dejé lo que estaba haciendo y me dirigí al sofá. Mi madre me esperaba sentada mirando una revista de moda. Me senté a su lado y me dijo:

- _____, sabemos que esto va a ser muy difícil para ti, pero tu padre y yo hemos tomado una decisión. -Suspiró y me miró a los ojos. - Nos mudamos a Inglaterra.

Abrí los ojos como platos y me tomé mi tiempo para procesar aquella información.

-¿Qué? -contesté al fin.

-Sabemos que es muy duro para ti, pero necesitamos un trabajo y tenemos la esperanza de que allí lo conseguiremos.

-¿Y si no lo conseguís, que? -no sabía que decir ni que hacer. Mi madre suspiro he intento explicármelo, pero yo me negué y me metí en mi habitación.

Probablemente pensaréis: "¿por qué te enfadas? Todo el mundo quiere ir a Inglaterra y tu te quieres quedar". No estaba enfadada, es mas, no sabía lo que sentía, pero no quería perder todo lo que había conseguido: me encantaba mi instituto, tenía unos amigos geniales que siempre me ayudaban y me apoyaban... No quería dejar todo aquello atrás, porque ellos me hacían felices. Bueno, mis ídolos también. Me tumbé en mi cama y entré en twitter. Tenía unas pocas notificaciones, pero no las miré. Me puse a ver lo tweets de la gente y vi un montón de fotos de mis ídolos con fans. La mayoría eran en Inglaterra, y unas pocas en Estados Unidos. Todo eso me hacía sentir todavía peor por que sabía que nunca los abrazaría.

Me puse a pensar en lo bonito que sería, y de repente me vino la palabra "Inglaterra" a la cabeza. Volví a mirar las fotos y comprobé que todas eran de allí.

Si me mudaba, seguramente tendría mas oportunidades de conocerlos. 

En ese momento me lo empece a pensar. Había estado mucho tiempo intentado conocer a mis ídolos, y ahora tenía una gran oportunidad.

De todas formas me iba a ir, así que algo bueno tenía que sacar de todo aquello.

Sin darme cuenta estaba sonriendo. Estaba feliz, muy feliz.

Volví al salón y dije:

-Mamá, si quiero ir a Inglaterra. -Ella me miró asombrada y torció la cabeza.

-¿Qué te ha hecho cambiar de opinión?

-Nada, digo esto por que se que es lo correcto. -era mentira, pero sabía que se pondría contenta. Sonrió y dijo:

-Nos vamos la semana que viene.