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Y te digo adiós levantando esta señal de paz
Nuestra historia continúa
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Todoroki lanza su primer ataque con rapidez, su hielo extendiéndose velozmente hacia su contrincante. Iida se mueve velozmente hacia un lado, deteniéndose en seco cuando un muro de hielo crece frente a él y lo encierra.
» ¡Acorralo a Iida! ¡Todoroki intentará ganar ahora mismo!
— ¡Recipro burst! —exclama Iida, forzando su motor a ir al límite.
Todoroki consigue esquivar su primera patada, pero la segunda lo envía directamente al suelo con fuerza. Teniendo en mente que tiene diez segundos antes de que le resulte imposible moverse, Iida decide que terminará con todo rápido.
«Diez»
— ¡Un golpe directo!
El bicolor intenta congelar sus pies en el suelo, pero Iida salta y lo toma por la tela de la camiseta. «Nueve». Comienza a correr hacia el límite más cercano, buscando acabar en los segundos que le quedan.
Sin embargo.
«Och--»
El motor se ahoga de repente, imposibilitándole seguirse moviendo. Mira en dirección a su mofle, viéndolo cubierto con hielo.
— ¡¿Cuándo hiciste--?!
—Cuando me pateaste. —Todoroki le rodea con su mano derecha el brazo con el que lo sujeta por la ropa, congelando su cuerpo hasta el cuello—. Como solamente atacaba a distancia, olvidaste que puedo hacer cosas así, ¿no? Lo vi venir, pero, aun así, no pude esquivar tu Recipro —confiesa, levantándose del suelo cuando se sabe ganador y soba su adolorido cuerpo por la patada que no pudo esquivar.
— ¡Iida-kun está inmovilizado! ¡Todoroki-kun gana!
