Sigo siendo una luciérnaga? Pt. 2

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Me siento como si estuviera en las nubes, no siento absolutamente nada. Lo único que siento es presiones constantes en la zona de mi corazón como si estuvieran empujando.

Abro los ojos y veo de forma realmente borrosa como una figura corpulenta hace con sus manos pequeños movimientos de arriba hacia abajo en mi pecho. Noto en mis oídos el latido leve de mis pulsaciones... me está salvando?

-Vamos, vamos, vamos respira... por favor -escucho de forma lejana las súplicas de esta persona- Despierta chiquitín...

Vuelvo a cerrar los ojos y al volver a abrirlos debo entrecerrarlos debido a la repentina luz que reciben mis ojos. Una vez acostumbrado a la luz, miro a mi alrededor y veo una habitación completamente blanca como... la de un hospital.

Estoy en un hospital? Sigo vivo? 

Intento recordar y lo único que recuerdo es el momento en el que mis pies dejan de tocar las tablas de madera del paseo marítimo y comienzan a ser tragados por la marea.

De alguna forma intento levantarme o al menos moverme pero al hacerlo comienza a dolerme todo el cuerpo y algo en mi brazo derecho me empieza a molestar. Giro mi vista hacia donde me molesta y veo como una aguja atraviesa mi piel y deja entrar un líquido transparente.

Escucho un leve gruñido al lado contrario, eso hace que gire mi mirada hacia ese lado y ahí le veo. Sigurd está sentado en una silla junto a la camilla en la que estoy y tiene medio cuerpo tumbado en esta, durmiendo tranquilamente. Su mano está apretando mi mano izquierda con firmeza pero sin hacer daño.

Mi pulsación anda veloz y a eso se le suma que mis mejillas tengan un color rosado; no siempre puedes ver a un nórdico en muy buena forma dormir plácidamente a tu lado. Recuerdo su mirada el día de la pelea pero eso queda atrás en el momento en el que me fijo atentamente en él: sus brazos cruzados encima de la camilla y su cabeza encima de ellos apoyado de forma relajada, su pelo cayendo lentamente por su rostro, su moño despeinado, su respiración tranquila...

Me asusto al ver como de repente conecto miradas con esos ojos azules y aparto la mirada con rapidez.

-Kai...? -susurra con la voz grave debido a haberse despertado ahora mismo junto con su mirada adormilada-

Escucharle hablar es suficiente para recordar todo lo que pasó con la rubia y me quedo en silencio viendo como me mira sorprendido. Se acomoda y suelta un suspiro pesado, llevando la mano mía que tiene sujeta a su cara y dándole un leve beso.

-Te duele algo? -niego con la cabeza evitando hablar- Por qué lo has hecho, Kai?

Miro hacia otro lado evitando su mirada. No quiero hablar, no creo que pueda soltar algo sin parecer un idiota. Escucho como suspira nuevamente pero esta vez de una forma más cansada y pesada. Le miro de reojo y tiene su mirada en mi... esos ojos azul grisáceos me miran seriamente con un toque de preocupación, dando a entender que no está de bromas.

-Es... una tontería... olvídalo -susurro casi inaudible pero él lo llega a escuchar ya que alza las cejas-

-Una tontería? -habla incrédulo elevando un poco la voz- Kai, por una tontería no se suele hacer esto... 

Mis pulsaciones van más deprisa, quiero desaparecer. Me arrepiento de haber montado esta escena y que tengan que venir a preocuparse por mí cuando tendrán miles de cosas que hacer. Me enfrento a Sigurd y veo su cara preocupada; casi nunca le he visto de esta manera y tampoco quiero verle así, y esta vez soy yo el responsable... 

-Yo... no podía más -rompo a llorar llevando mis manos a mi rostro, intentando evitar la mirada del rubio- Os he hecho daño a todos... A Holly: me peleé con ella y seguramente me odia desde ese día, exploté y le eché en cara cosas que ni siquiera pensaba de ella. Mi padre, el que pensaba que era mi lugar seguro, al parecer era una mentira:  me ha escondido toda mi vida el hecho de que tengo más familiares. Lo que pasó con Teo: yo solo quería mejorar para que nadie tuviera que preocuparse por mi pero al parecer el hecho de que le pidiera ayuda a ella solo a hecho que os enfadarais conmigo... -limpio mis mejillas empapadas de lágrimas y sorbo con la nariz mientras noto como mi voz se va desvaneciendo. Inhalo de forma entrecortada y suspiro pesadamente y de la misma forma que he inhalado intentando calmarme, cosa que no consigo- Lo único que he conseguido hacer desde que he llegado es haceros daño... no puedo más, en serio. Incluso pegué a Michael! Ya no sé ni quién soy y tenía miedo de seguir haciendo mal las cosas.

One-Shot KaigurdDonde viven las historias. Descúbrelo ahora