Muerte

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Querida muerte, ¿Qué tal?, hace mucho que deje de escribirte y aquí estoy volviendo a buscarte.
En fin espero que tu eternidad no esté tan cansada con toda la conmoción que se está dando en el mundo, lo sé lo sé esa amante tuya solo sigue dándote demasiado trabajo, pero en fin, así es como tú y ella han decidido hacer las cosas.

Hace poco le escribí una carta ya sé que jamás las leerá al igual que tú qué me ignoras, pero me demuestras seguidamente que estás enojada, pero que querías que hiciera no me diste la suficiente valentía para poder jalar de aquel gatillo así que solo considera por lo menos envolverme de mejor manera la próxima vez... aunque debo admitir que yo fui el cobarde que decidió llorar y suplicar por tu misericordia.

En el fondo siento que disfrutas verme sufrir, pues cuando mi fin llegué podría ser un acto majestuoso para ti. Aunque sigo dudando ya sabes tendré en tela de juicio a aquel ser omnipotente que llamo Dios, pero aun así, sigo respetándolo y temiendo a las consecuencias de quitar mi existencia del mundo por mano propia, en fin creencias humanas seguramente debes escuchar demasiadas de esas.

Escribo solo por qué quería saber ¿Por qué?, ¿Por qué dejaste que mi pobre alma siguiera?, ¿Por qué me diste tu mano para levantarme y no para llevarme contigo?.

Aunque se me cruzan muchas ideas supongo que la principal fue aquella que me diste hace casi un año verme sufrir, llorar en completo silencio, dejarme de rodillas fuera de un hospital con el corazón hecho pedazos sé que estuviste ahí, aunque no te vi, pero lo supe... qué debilidad más humana la de verme desmoronarme por aquella persona que esperaba por aquella persona que quería volver a ver pero no...
Decidiste egoístamente que no volvería a verle...
Que no merecía volver a verle sonreír...
Y alejarle de mi lado el día más importante de mi vida...
El maldito día en que más quería tenerle a mi lado...

Pero en fin ese poder siempre me aterra, me duele, me consigue paralizar o me hace correr.
Te odio y te admiro, te desprecio, pero te guardo respeto, quiero tenerte lejos, pero al mismo tiempo te amo... lo sé tengo una relación tóxica acerca de ti incluso yo me encuentro confundido por aquellos sentimientos

Al fin y al cabo es de humanos ser contradictorio con lo que queremos. Pero que más puedo hacer te veo pasar a diario, pero nunca mirarme o tal vez lo haces y cuando te devuelvo la mirada tú te has aburrido de verme... no lo sé.
Me gustaría decirte un montón de cosas más, pero que sentido tiene si todo lo que expreso es como un pequeño grano de arena entre el montón, ni siquiera sé que ganó haciendo esto solo por un segundo quiero sentir que puedo hablar contigo ¿Sabes?, solo quería sentirme un grande con la estrafalaria idea de que tú me responderás que tú vendrás por mí que te podré ver a esos fríos y muertos ojos.
Es... una idea retorcida lo sé, pero que más puede esperar un alma que está condenada a seguir un maldito ciclo de repetición constante como si fuera una rata encerrada en un laberinto donde esperan un resultado.

Hay demasiadas cosas que me gustaría hablar contigo, pero dudo que algún día tomes una de tus pequeñas fracciones solo para hablar con una vida mortal frágil como un cristal e ingenuo como un cordero camino al matadero.

Confío en ti... más de lo que debería hacerlo, te estimo mucho.

ATTE: Zafar

Las cartas que nunca envíeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora