Somnífero [KokoInu]

Entre sueños y recuerdos Parte 1

Tener sexo con Koko siempre había sido lo mejor del mundo, amaba el tacto caliente de su piel contra la suya, su respiración agitada y su voz grave como un ronrroneo susurrando a su oído lo hermoso que era y cuando lo amaba. Tras tomar un relajante baño seguido de una sesión de tiernos besos antes de dormir, Inui se apegaba al cuerpo del peliblanco sintiendo su respiración, tranquila y como sus brazos lo rodeaban en un cálido abrazo.

-¿Mañana saldrás Koko?- La somnolencia estaba presente en la voz de ambos.

-Si, debo encargarme de unos asuntos menores en Yokohama, pero puedes acompañarme Inupi, seremos... sólo tú y... yo. -Koko se había quedado dormido, Inui con una sonrisa en sus labios tras escuchar aquello, se recargó en el pecho del mayor acomodándose para entregarse al sueño.

Amaba a Koko y Koko lo amaba a él, se lo había demostrado tantas veces; volviendo una y otra vez a él, arrastrándolo lejos de una "vida normal", e incluso asesinando personas, no podía vivir nuevamente sin él.

Odiaba que estuvieran separados y únicamente cuando el mayor regresaba junto a él, podía dormir sin los asquerosos somníferos de Sanzu, cuando Koko se iba, conciliar el sueño era imposible, por lo que se pasaba el día encerrado en la lujosa habitación todo el tiempo hasta que Koko volvía no despegándose de él ni un segundo.

-Te amo Koko...

___________________________________________________

Inui había soñado nuevamente con aquello, el asqueroso dolor en su pecho lo recordaba bastante bien, después de todo estuvieron separados por casi 8 años antes de que Koko de improviso lo volviera a buscar, porque claro, él jamás tendría la oportunidad de saber siquiera la mínima pista del paradero del pelinegro.

Soñó con sus tardes en el taller de Shinichiro, después de huir del hospital cuando su hermana murió, siendo recibido con la cálida sonrisa del mayor de los Sano que lo esperaba pacientemente enseñándole todo lo que sabía acerca de las motocicletas, adentrándose en aquel mundo de las pandillas, en donde conoció a las primeras generaciones de los Black Dragon.

Había sido duro todo aquello; perdió a su hermana y a su mejor amigo al mismo tiempo, ya que el menor hundido en su dolor lo había dejado de lado para concentrarse en conseguir más y más dinero, a pesar que a su consideración Koko ya no lo necesitaba.

Shinichiro no era mejor que su hermana, pero se le acercaba y quizás no era tan fastidioso como la rubia solía serlo; él no le exigía amabilidad hacia los demás en todo momento, pero estar junto a él apaciguaba un poco el dolor que sentía por perderla y el no poder hablar de ella con nadie; incluyendo sus padres.

Pero a pesar de que todo aquello parecía un perfecto analgésico para su dolor, ahí estaba Mikey, el hermano de sangre de Shinichiro, sabía lo fastidioso que el mocoso superdotado en las patadas era, parecía un imán de imbéciles desde su perspectiva, ya que los demás lo seguían con una fé ciega que él mismo no podía creer, a pesar de haber intentado llevarse bien con el menor (a petición de Shinichiro) no lo había logrado, pese a que su diferencia de edad no era tanta a comparación con la del mayor no lograba entender el "carisma" que todos parecían ver en Mikey a excepción de él, Inui sólo lo veía como un aprovechado...

Su hermana siempre se lo repetía "el cariño que los demás te demuestren debe ser devuelto de igual o mayor medida" pero para él, Mikey no devolvía nada de esa fidelidad y cariño que Baji, Haruchiyo o Senju le profesaban, únicamente les devolvía migajas que los demás recibían gustosos como si fuera lo mejor del mundo, algo que Inui no podía tolerar.

Koko regresó después de que Inui comenzará a adentrarse cada vez más en el mundo de las pandillas, en un principio todo parecía tan impersonal, eran como dos extraños, él recibiendo las órdenes el mayor y haciendo lo mejor que podía para evitar decepcionarlo, pero algo había salido mal.