RESILIENCIA (Parte 2)

Capítulo 1

Capítulo 1

Año 2107 - Isla Socotra, Yemen.

CLARKE'S POV

Este calvario no me confería una sola intermisión, me flagelaba con cada minuto que moría ardiendo con el sol, y se acrecentaba con el tétrico rugido del bosque y de las criaturas huéspedes de este, cuyos ecos eran arrastrados por las brisas hasta mis tímpanos y lo traducía en sonoras de terror. Madi no estaba entrenada para sobrevivir a esos terrenos hostiles, ¿por qué nunca se lo permití? Me lo imploró tantas veces unirse a los barridos, y yo nunca cedí, pensé que siempre estaría ahí, cerca suyo para protegerla y le fallé.

-Esta zona está limpia -resonó su tono grave a mi espalda.

Esto era su culpa, y cuán difícil era excluir ese hecho de mi cabeza por más empeño que dedicara a ignorarlo. No quería conjurar una guerra, no después de nuestro tratado, porque nos necesitábamos, pero era escabroso no hacerlo cuando la responsabilidad de la desaparición de Madi recaía enteramente en las manos de Lexa.

-Avanzaremos un poco más en el vehículo -explicó tras mi silencio de reyerta-. ¿Me escuchas?

-Necesito ir a buscarla sola -solicité, evitando verle, con mis ojos persistente en la frondosidad nutrida del bosque.

-Eso no puedo concedértelo.

Me enferma cuando me subraya que tiene el poder sobre mí, aun parezco su puta prisionera y en eso no consiste los jodidos tratados. Entiendo cuan difícil es poner nuestra espalda al descubierto, después de tantas asperezas del pasado, pero ni siquiera se esfuerza. El recelo aun nos circundaba como fiera a su presa.

-¿Cómo esperas que progresemos en esto de la confianza si no estás dispuesta a ceder un solo instante?

Liberó una risilla socarrona, con esa irreverencia suya que siempre encarna altivamente.

-Somos tal para cual- arguyó-. Pero en esta ocasión, no es únicamente eso.

Ahora tuve curiosidad, por lo que mis ojos fueron proclives a esa indagación y los acarreé hasta su figura estacionaria a unos metros de mí. Ahora, con nuestras miradas atadas, pude sondear su expresión íntegra, en la que mantenía un ceño fruncido, pero las esquinas de sus labios tensándose sutilmente.

-Pero no es la única razón que me impide dejarte libre por estos lares.

-Ah, ¿sí? No solo supones que huiré, sino que también atente contra ustedes.

-Más bien al revés -rebatió, todavía burlona-. Sin mi protección, difícilmente podrías desplazarte un kilometro antes de ser cazada por alguno de ellos. Y en vista de que no eres precisamente bien recibida por mi comunidad, dudo que te devolvieran a mí con vida.

-Tu protección- subrayé burlona de entre toda su bravata, devolviéndole su mofa.

-Es por mí que sigues viva-remembró con sobriedad, entendí que su tono divertido solo se había asomado y había retornado a la penumbra.

-Yo podría decir lo mismo después de que te emboscamos, pero no tengo ganas de invertir tiempo en esa confrontación.

-Clarke, te lo digo de verdad. No es juego. Hay personas entre mi gente que no están nada augustas con que los esté exponiendo a las fauces de las bestias por buscar a una Neurocadica.

-Por eso me estoy ofreciendo a buscarla yo misma. Ustedes solo la están ahuyentando más.

-Estás demente, tú sola no podrías ni cubrir un uno por ciento de esta vasta zona. Sin contar que está infestada de fieras infectadas y...