Fresa

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Después de la pelea que habían tenido en la búsqueda de una de las partes de cadáver habían quedado tan mal heridos como siempre, normalmente no tenían problema pero desde lo de la botella de vino... Era algo incómodo el ambiente.
No incómodo malo, sino más bien, ahora cada movimiento que hacían tenían que decir algo que recalcara que ambos son heterosexuales y no tienen ningún tipo de sentimiento por el otro. Aunque no sea cierto.

Hacía tan solo unas horas, Gyro había tomado a Johnny de la cintura para ayudarle a bajar del caballo, una vez quedaron frente a frente la tensión era latente.

—Tienes el cuerpo como el de una chica— rió de forma incómoda Gyro, Johnny le siguió el juego.

—¿Oh de verdad? Que curioso— Johnny desvío su mirada e intentó no pensar en lo fuerte que era Gyro y que recién lo había notado.

—Si, tienes ya sabes... Un buen asiento trasero— Johnny volteó a verlo nuevamente y levanto la ceja, ¿Qué carajos?— Broma, humor italiano.

— Si, humor italiano...

El punto es que Johnny no pudo dejar de pensar en su trasero y lo tocó varias veces en todo el día, ¿De verdad estaba tan grande?
Había acumulado un poco de grasa extra en el trasero y muslos por no utilizarlos en todo el tiempo que llevaba inválido pero hasta ese día no pensó mucho en su persona. Se miró al espejo, era un hombre muy bonito, incluso podría llegar a lucir como una chica, pero él no quería ser una chica. ¿Entonces qué quería?

— Estaba pensando...— habló en voz alta para atraer la atención de Gyro, el italiano no traía camisa dejando al descubierto su pecho con cicatrices y sus formados abdominales.

—¿Sobre qué?— La total y completa atención de Gyro se centró en él, cosa qke puso algo nervioso a Johnny.

—Sobre chicas— Gyro emitió una risa algo tonta, a veces se le olvidaba que Johnny apenas iba saliendo de la adolescencia.

—Tiene tiempo que no vemos a una mujer ahora que lo pienso, casi se me olvida como son— Johnny lo miro y casi se leyeron la mente— Hot Pants no cuenta, esa cosa no parece mujer.

—¿Cómo te gustan las mujeres?— Gyro se recostó a su lado, ambos estaban apestosos y sucios; pero ninguno de los dos se tenía asco.

—A ver... Si me tuviera que casar con una chica... Me gustaría que fuera rubia, de cabello corto porque no me gusta que alguien tenga el cabello más largo que yo, ojos azules, definitivamente ojos azules... ¿Pálida? Si, pálida... ¡Pero que tenga labios rosas! No tan gruesos y las cejas anchas; me encantan las cejas anchas y más cuando tienen "esa mirada"— Gyro hacía ademanes para explicar cómo eran los rasgos físicos de su tipo ideal sin voltear a ver a quién tenía al lado.

— Me refería a la personalidad, idiota.

—Ah.. Me gusta que sean firmes conmigo, que me puedan dominar pero que también sean sensibles, ¿Sí entiendes?

—Eso es muy complicado, no lo entiendo— Johnny jaló su gorro a sus ojos, se sintió tonto por pensar que sí fuera mujer podría estar con Gyro.

— ¿Y cuál es tu tipo ideal?

—Fuertes, me gustan las mujeres fuertes, el físico no me importa tanto pero de todo lo que dijiste, los músculos. De personalidad, que sean graciosa, que cante aunque no lo haga bien, que le guste discutir y sobre todo; que me entienda. Y que tenga lindo cabello.

—Eres un chico guapo Johnny, vas a encontrarla— Gyro suspiro al cielo bastante reflexivo. El chico se quitó su gorro.

—Acá entre nos, no creo; a las chicas no les gusta que huelo a cigarros y prefiero fumar a estar con alguien— Gyro se rió, sabía del pésimo hábito de Johnny con el cigarro, parecía una máquina de vapor al momento de fumar.

— Yo tengo sabor a fresas— Gyro hizo el gesto de besar a alguien— "Oh Gyro, tus besos saben a fresa"— imitó la voz de una mujer.

—¿Qué?— Preguntó Johnny desconcertado— ¿Es joda, no?— Gyro negó con la cabeza, de verdad sabía a fresas— pero tus fierros en la boca, deberías saber a metal oxidado.

—Pues no es así, mis dulces besos son con sabor a fresa— Gyro paso su lengua por sus dientes de oro,

— Mmm... No, no te creo— Johnny golpeó ligeramente a Gyro en la cara para que quiera esa cara de idiota.

—¿De verdad no me crees?— Johnny nego con la cabeza— Entonces pruébalo.

Un silencio se quedó en el ambiente, tal vez por el tono de seriedad con el que lo dijo o porque Johnny sí lo pensó hacer en ese momento. Gyro iba a sacar su frase de "humor italiano" cuando Johnny habló antes.

—Pero será solo para comprobar, ¿Verdad?— el chico tenía los cachetes rojos y no lo miraba de frente.

—Si, para comprobar y ya sabes... Fortalecer la amistad.

—Justo eso, la amistad; nada raro.

—Absolutamente normal.

Una vez acordado este "pacto de amistad" ambos se acercaron ligeramente hasta sentir sus alimentos chocar contra sus rostros, rapidamente se dieron un beso muy corto, no duró nada pero acabó con la terrible tensión.

—¿Y qué tal?— preguntó Gyro algo nervioso, no era el beso que había pensado darle a Johnny.

—La verdad no lo senti, no podría decirte— contestó Johnny igual de nervioso, los chicos se miraron a los ojos— ¿Debería volver a intentar?— Gyro asintió rapidamente.

Las manos de Johnny tomaron con delicadeza el rostro de Gyro, con cuidado acaricio la mandíbula y barba de su amigo; no dejaría que Gyro se separa de él sin comprobarlo. Johnny besó a Gyro en un movimento lento, abrió ligeramente su boca para que la lengua ajena pudiera explorar su cavidad bucal, ambas lenguas se conocieron, Johnny gimió levemente cuando sintió la succión de Gyro.

Johnny sentía que todavía no tenía suficiente, Gyro estaba llevándose todo de él, por lo que juntó aún más los cuerpos para poder sentirse aún más al otro. Gyro agarró las dos piernas de Johnny y las colocó a cada lado de su cadera para tener una mejor posición. Ya era una batalla que cada vez se estaba poniendo más rápida y el calor subía en ambos cuerpos. Johnny se tomó la libertad de pasar sus manos blancas por los bronceados hombros de su mejor amigo, de igual forma aprovechó para tocar los músculos ajenos.

Cada vez se estaban besando más rápido, los labiales de ambos estaban ya fusionados en más bocas de los dos hombres, Johnny dejó que Gyro empujara su cuerpo contra la piedra en la que estaba recargado hace tan solo unos minutos. Ambas respiraciones entre cortadas sumaban jadeos, sino se detenían en ese momento pasaría algo que no iba a ser explicado con "querer comprobar" o "fortalecer la amistad". Gyro no quería que el beso terminara pero fue Johnny quien tuvo la valentía de hacerlo.

—Si sabes a fresas— habló agitado Johnny, el chico era un caos, su cabello revuelto y sudoroso no lo favorecían pero por alguna razón de veía excelente a los ojos de Gyro.

—Te lo dije— contesto Gyro, buscando una nueva razón para besarlo— pero no sabes a cigarro, en lo mínimo.

—¿A qué tengo sabor?— Johnny había consumido bastantes frutos rojos y hiervas cómo para tener una idea de sus besos.

—No recuerdo bien, tendré que corroborar nuevamente.

—A diario como hiervas diferentes, sería muy bueno si tú me pudieras ayudar a saber sí tienen un buen sabor para... Las chicas.

—Si, las chicas— y Gyri volvió a unir sus bocas en un profundo beso.

Que manera tan rara de decir que se querían besar.

Sabores • GyJoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora