16: Amor Por Lágrimas

338 27 1
                                    

Después de unos momentos de aturdimiento por haber visto algo un poco fuera de lo común, además de ser adictivo a la vista, la operadora 60 se puso manos a la obra para buscar información que ayudase a 2B a «arreglar» la mano descompuesta de Akina. Una vez que estuvo un buen rato escaneando, tecleando, viendo, comparando y buscando, la operadora 60 se puso feliz y dijo haber encontrado archivos que podrían contener información.

—Primero voy a necesitar que el POD que estáis utilizando ahora mismo para hacer esta llamada, haga una lectura de toda la zona afectada de la mano de la niña.

Para poder comparar archivos, se necesitan dos archivos en lo consta lo obvio, por lo tanto, la operadora 60 pide el segundo archivo para poder compararlo con lo que encontró.

—¿Cómo es que encontraste esa información tan rápido? —se preguntó 9S.

—Bueno… dar y proveer información es mi labor, buscarla también hace parte de mi trabajo, por lo que incluso si estoy en mi habitación, tengo acceso a una amplia variedad de archivos, incluso si estos son clasificados para ustedes.

—Espera un segundo, ¿archivos clasificados?; ¿dices que lo que encontraste es de acceso vetado para nosotros? —exclamó 2B con algo de alteración en su enunciado.

—Exactamente. Los archivos e información que tiene que ver con la humanidad son completamente clasificados. La regla es que esa información no llegue a la tierra, si sabes a qué me refiero.

—Lo entiendo. Es una medida de aseguramiento para evitar que los alienígena sepan algo de la humanidad, ni siquiera sus puntos débiles —concluyó 9S mientras se tomaba la barbilla con una mano y asentía en el proceso.

—Viendo a Akina y poniéndola como ejemplo, no creo que sea necesario buscar un punto débil. Literalmente todo su cuerpo es un punto débil —agregó 2B.

—¿cómo sabes eso?

2B procedió a pellizcar la piel de Akina en las rodillas, muslos, brazos, cuello y mejillas. En todos los casos hubo una respuesta de dolor por parte de la infante.

—¿Lo notas?

—comprendido.

—Los humanos son frágiles…

Cualquier tipo de ataque en cualquier parte del cuerpo humano generará dolor, dolor que puede ser aprovechado en una pelea de uno contra uno. Además, eso demuestra que todo tipo de proyectiles causaran daño e incluso la muerte si el humano no se encuentra cubierto o protegido. Un bombardeo sería fatal para un grupo concentrado de humanos, y de seguro hubo bombardeos cuando los alienígena llegaron a la tierra, de eso se ha dado cuenta 2B.

Mientras hablaban, el POD había tomado la captura de la mano de Akina, brindando esa información a la útil y carismática operadora 60 que en un santiamén dio con un resultado satisfactorio, aunque…

—¡He encontrado el problema y las múltiples maneras de solucionarlo! Pero…

—Sin rodeos por favor.

—Ok, entonces, ¿Quién de los dos quiere más a la niña?

Esa pregunta parecía hecha al azar, o por lo menos así lo percibe 2B, que no logra conectar una cosa con la otra.

—¿Se puede saber qué…?

—2B es, como puedes darte cuenta, quien más apego le tiene —con algo de celos, 9S le explicó a la operadora 60.

—Vaya…

—¿A qué se debe esa reacción, operadora 60?

—Lo que sucede es que eres tan estoica, fría y responsable que nunca me lo imaginé.

2B no pudo decir nada en contra de eso. Se dignifico y aceptó su descripción tal y como era.

—Entonces, ¿para que es necesario que sepas eso?

—El proceso es doloroso, y requeriría de anestesia para llevarse acabo.

—¿No se necesita más que anestesia?

—Para nada, la mano no tiene fracturas ni ningún tipo de extrañeza en sus tejidos ni en los huesos según el análisis del POD, es algo que se puede resolver rápido y solo con las manos: La mano está dislocada y solo se requiere de una maniobra un tanto dolorosa para reubicar la mano en su sitio. Si 2B está presente en el momento… me temo que querrá interferir.

Al escuchar las razones, a 2B le pareció ilógico, más cuando en su vida útil nunca fue un estorbo en las misiones que se le encomendaban.

—Yo no haré eso —dijo confiada

—2B, la operadora 60 tiene esa información en la mano, si dice que así debe hacerse, es mejor seguir su palabra.

2B miró con recelo a la operadora 60, y esta le respondió con una sonrisa intranquila. Una vez que se dio cuenta de que nadie se iba a mover hasta que ella decidiera qué hacer, se levantó de su sitio, sacudió su falda llena de tierra y aliso un poco su antifaz.

—Venga, me iré lejos, pero volveré en seguida así que hacedlo rápido.

—2B-san, vuelve en seguida escuches que Akina deje de gritar, te necesitará.

—Ella ha estado sola durante un tiempo prudente según estimo, no creo que yo sea de importancia para ella —«Aunque ella para mí sí»., completó 2B en su cabeza.

—Mira bien: ella se levantó tan pronto lo hiciste tú.

Ella miró hacia abajo y quedó asombrada al ver que era cierto, Akina la miraba expectante con sus ojos llorosos, pegándose más y más a ella como diciéndole «te seguiré». Un sentimiento extraño le invadió, las veces en las que se sintió así, fueron aquellas que ella denominó como extrañas y trató de guardarlas en el olvido para no hablar de ello: cuando 9S le habló bonito por primera vez, cuando la comandante White la elogió, la vez aquella que escuchó por primera vez a la operadora 60 preocuparse por ella. Todos los casos anteriormente presentados, fueron sucesos en los que 2B no supo que sintió ni como reaccionar al respecto, pero hoy, ese sentimiento es esclarecido y sabe como se llama a pesar de que muy pocas veces a escuchado esa palabra, esa frase: 2B se sintió amada.

—Esto… no prueba nada —A sabiendas ignoró el llamado de su corazón y salió caminando rápido de la reunión presente.

Akina trató de seguirla, pero fue inmediatamente detenida por 9S. La niña se quejó una y otra vez al ver cómo no la dejaban ir con 2B, al punto que comenzó a llorar. 2B no miró hacia atrás, apretó los puños y los dientes al punto que se escuchara el crujir. Cuando estuvo a una distancia prudente dónde aún podía escuchar a Akina, buscó el árbol más próximo y apoyo su espalda en él.

Mientras tanto, 9S batallaba por mantener a Akina junto a él mientras escuchaba con atención lo que debía hacer, directrices dadas por 60 que leía varios documentos en el monitor de su terminal personal. Una vez todo estuvo entendido, el agarró la mano dislocada de la infante y comenzó a moverla según lo indicado. Inmediatamente los quejidos de Akina se trasformaron en gritos de dolor, alaridos de angustia por algo que no puede soportar, la agonía se transmitió por el aire he hizo que las aves de los alrededores salieran volando en direcciones múltiples asustadas. Si los gritos continuan de esta manera por más tiempo, podrían desgarrar las cuerdas vocales de la infante.

Al escuchar esto, 2B que estaba parada apoyándose en un árbol gesticuló molestia con la boca, sacudió la cabeza y apretó los puños. La desesperación de la niña queda a flor de piel en 2B, y ella no quiere escuchar ese llanto, ese llamado de auxilio. 2B se deja caer, luego recoge sus rodillas hasta que estas tocan su pecho y por último tapa sus oídos para no escuchar los lamentos de Akina.

—No quiero… no quiero, no quiero, ¡No quiero!

Ella batalla por no ceder a su impulso, por no ir de regreso con la niña, sabiendo que al hacerlo podría intentar detener el procedimiento tal y como dijo la operadora 60. Al final, la desesperación de Akina seguía filtrándose por el pabellón auditivo de 2B, y ella no pudo soportarlo más. Con prisa se levantó y corrió tan rápido como le dieron las piernas, y a mitad de camino se detuvo abruptamente. No quiere continuar porque sabe lo que hará, aun así, quiere ir y detener lo que sea que esté pasando. 2B se desespera y se golpea así misma en la cabeza con ambas manos y se encoge un poco, y luego, puede escuchar como los gritos de Akina van cesando.

—¿Terminaron?

Dándose cuenta de ello, retoma la carrera y llega donde estaba antes, encontrándose con Akina pálida en el suelo al lado de un 9S con cara arrepentimiento, y la operadora 60 se ve algo consternada. No prestando atención a los otros dos, 2B va hacia Akina y la consuela sobando su mano adolorida con ternura. La toma y coloca la cabeza de la niña en sus piernas para hacerla descansar cómoda. La chica algo confundida se estremece un poco y en su cara hay algo de asombro y mucha duda. Akina, mirando a 2B, alza su mano dolorida y la muestra en señal de que ya la puede mover libremente, y aprovechando eso, la acerca al rostro de 2B, le acaricia un poco la mejilla y luego procede suavemente a quitar el antifaz de la pelo blanco. Algo que asombraría a cualquiera se muestra ante sus ojos: 2B estaba llorando con ella.

NieR: Automata - Línea Sucesora SupervivienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora