✓ | lyra y el caliz de fuego [4]

38 | valiente hufflepuff

.:. CHAPTER THIRTY-EIGHT:.:.
( BRAVE HUFFLEPUFF )

-QUIZÁS PUEDO CONVENCER A LOS ABUELOS PARA QUE VENGAS A CASA con Sirius y conmigo -dijo Lyra acariciando el pelo de Harry que habia apoyado su cabeza en el regazo de la chica- Aunque con la abuela siendo ex Auror... bueno quizás si papá y yo insistimos.

Harry no dijo nada. Últimamente ya no hablaba tanto y dos demás alumnos (aparte de Lyra, Hermione y Ron) no querian hablar con él.

-O puedo ir a visitarte ¿Eso te parece mejor?

Harry se sento para mirar a su novia con una ceja alzada.

-No quiero que mi primo se enamore de ti -dijo Harry de forma burlona regalandole una sonrisa.

Lyra sonrió al ver a Harry, era la primera vez que habia sonreido después de la muerte de Cedric.

-Eso es algo imposible -dijo- Quizas si tomo la apariencia de alguien más...

-¿Buscamos a Ron y Hermione y vamos ver a Hagrid? -preguntó levantándose y estirando su mano para que la rubia la tomara.

Cuando llegaron a la cabaña de Hagrid, Fang salió de un salto por la puerta abierta cuando vio a Apolo.

-¿Quién es? -dijo Hagrid, dirigiéndose a la puerta- ¡Harry!

Salió a su encuentro a zancadas, aprisionó a Harry con un solo brazo, lo despeinó con la mano y dijo:

-Me alegro de verte, compañero. Me alegro de verte.

Al entrar en la cabaña, vieron delante de la chimenea, sobre la mesa de madera, dos platos con sendas tazas del tamaño de calderos.

-He estado tomando té con Olympe -explicó Hagrid- Acaba de irse.

-¿Con quién? -preguntó Ron.

-¡Con Madame Maxime, por supuesto! -contestó Hagrid.

-Tiene un nombre raro -comentó la rubia.

Después de preparar té y de ofrecerles un plato de pastas, volvió a sentarse en la silla y examinó a Harry.

-¿Estás bien? -preguntó bruscamente.

-Sí -respondió Harry.

-No, no lo estás. Por supuesto que no lo estás. Pero lo estarás.

-Sabía que volvería -continuó Hagrid- Lo sabía desde hacía años, Harry. Sabía que estaba por ahí, aguardando el momento propicio. Tenía que pasar. Bueno, ya ha ocurrido, y tendremos que afrontarlo. Lucharemos. Tal vez lo reduzcamos antes de que se haga demasiado fuerte. Eso es lo que Dumbledore pretende. Un gran hombre, Dumbledore. Mientras lo tengamos, no me preocuparé demasiado.

Hagrid alzó sus pobladas cejas ante la expresión de incredulidad de sus
amigos.

-No sirve de nada preocuparse -afirmó- Lo que venga, vendrá, y le plantaremos cara. Dumbledore me contó lo que hiciste, Harry -el pecho de Hagrid se infló al mirarlo- Fue lo que hubiera hecho tu padre, y no puedo dirigirte mayor elogio.