En los últimas días reflejos de vagos recuerdos invaden a una persona en especial, lo que hace que las complicaciones entre dioses y diablos se vuelva complicada. El veredicto final se dictará, ¿Qué deidad reinará sobre la tierra?
Luego de haber intentado convencer a la mujer que Gemma no era un peligro en ese momento, accedió. Ella camina ahora al costado de Yaám porque la chica de cabellos rojizos no puede deshacer el cambio en su ojo, un aura negra a su alrededor, mientras que el iris permanece de color rojo, tal y como luce un demonio en su primera o incluso última parte de transformación.
Poco tiempo después, con la ayuda de Leviatán, llegaron a la salida de aquella zona, lo cual fue complicado ir hasta la orilla en la boca de una bestia que no sabe nada de higiene bucal, es algo atroz. Gemma se detuvo al notar que la mujer no se despegaba de Yaám a lo que miró de reojo a Leviatán, estaba a casi nada de darle una cena perfecta a su mascota.
Lev gruño al entender los pensamientos malévolos de su dueña, y algo que él no estaba seguro de hacer es tener que comer un bebé, por ende, se negó a la propuesta de esta.
—Te has vuelto tan aburrido, me recuerdas al viejo.
Leviatán se acostó a la orilla de aquel océano, tenían consigo a la mujer, sin embargo, mencionó que si buscaban de sus servicios tendría que ir por algunas plantas malditas que habitaban cerca de su región, lo que quizás hacía del viaje un poco extenso. Escuchar al bebé llorar por más tiempo podría hacer que sus tímpanos exploten, uno de los motivos por el cual prefiere estar alejada de infantes, y más si son de edad primera.
—Miento, el viejo me seguía el juego. —La bestia cambió un poco desde que escuchó la noticia de que Gényus ha muerto.
Gemma no creyó que podría haberle caído bien, ya que en ocasiones solía batallar para medir "fuerzas". Sí, Gényus jugaba con Leviatán cuando quería, Gus nunca se atrevió a conectar con él porque siempre le ha temido, no se sabe en qué momento le entras ganas de comer cualquier humano.
—Gemma, ¿nos sigues? —Ella asintió.
Yaám estaba mal, ¿qué dice mal? Fatal, su aspecto, su cuerpo, herido de pies a cabeza y aun así sabe mantenerse firme. Gemma estaba segura de que, si Tova llegará a enterarse de lo que paso, le cortaría la cabeza.
Al igual tendría doble trabajo porque consigo no puede evitar sentirse un tanto nerviosa, tener a Hillary en un fragmento similar a una gema preciosa es algo que no había podido notar. Yaám logró reducir su tamaño para así llevarla con ellos sin ningún lío alguno, y como Gemma se expone más a las batallas, este la mantiene colgada en su cuello, eso por lo menos le ha quitado un peso de encima.
—Te pediré que guardes tu postura, estaremos rodeados de humanos de ahora en adelante. Anda, ya puedes reducirte —mencionó la chica acariciando la frente de Leviatán, quien acudió sin más a las órdenes, llegando incluso a un tamaño que permitiera ir colgado de su hombro.
