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Por otro lado, la situación pintaba regular. Arýx desde la pérdida de Nina y Damián no ha hecho nada más que quedarse en silencio, solo, a oscuras en una esquina de aquel centro de guardia civil, dónde mantengan a Aaron junto a Hillary hasta que la guerra termine.

Ambos mantenían sus ojos cerrados siendo examinados por curanderos y parte minúsculo de un equipo médico.

Determinaron que se encontraban bien, aunque Aaron este con la mitad del cuerpo jodido, nada de lo interno es removido a tal punto en que lo haga perder la vida. Neutral, en ese aspecto, se levantó de la banca de madera, dejó caer el cigarro que calaba antes de entrar, encontrándose con la mirada perdida de su hermano. Sí, no hay reacción alguna de su parte, él continúa del mismo modo desde que llegaron.

—¿A qué costo lo hiciste, Aaron? —se preguntaba, uno de los curanderos dio por finalizado su trabajo topando con el Nazki en las afueras; rindió una reverencia antes de continuar.

—Un placer, señor Arýx...—dijo entre dientes algo nervios.

El chico asintió palmeando su hombro para así dejarlo partir, su trabajo hasta ahí ha finalizado, no tiene por qué continuar velando por la estadía de su hermano, él se encontraba ahí.

—Uh, qué triste...—se escuchó la irritante voz de un tal Airén, el tipo que han dejado bajo custodia de Kamphra, lo peor es aceptar tenerlo en el mismo pasillo que a su hermano— sabía que esa catana portaba más que un hoyo oscuro.

—Guarda silencio, Airén. —habló casi en un susurro San, quien se mantenía sentado resolviendo un crucigrama, las miradas de aquel joven y Arýx se encontraron—. ¿Qué sucedió haya afuera? —preguntó. No estaba en derecho de saberlo, pero, siendo sincero, son humanos y deben estar anuentes de lo que se avecina—. ¿Por qué no ha llegado Gemma? —cuestionó con delicadeza.

Arýx se giró tomando asiento entre ambas celdas; Hillary seguía dormida, al igual que su hermano.

—Noriel murió, y con ellos sus súbditos. Lograron descartar el juicio, trajeron una tal mascota llamada Leviatán. Gemma consiguió la hoz del dios caído, mientras que el gobernador de Turán obtiene la balanza de la naturaleza. A todo esto, dimos seguimiento y encontrar una cura a quienes portan sangre que no es propia para humanos. El diablo que estaba adherido a Aaron se dio a conocer, la puerta que más temíamos se ha abierto, dando paso a miles de deidades recorrer cada zona del mundo. —confesó con calma mordiendo sus labios, para San no era algo nuevo, pero Airén estaba que se comía las uñas del miedo— lo encontramos más de dos veces en nuestro camino; murieron dos grandes amigos, y se han llevado a Gemma.

—¿Qué estás diciendo? —Airén reaccionó ante el último comentario—. ¿Cómo que ellos la tienen?, ¿están dementes?

San le pidió que se quedará callado, estaba harto de escuchar sus quejas, de seguro tiene más miedo de que Gemma no regrese a que el diablo se le aparezca en medio de la celda pidiendo su cabeza.

BÉLKASKA: DEIDADES #4 ┆FINALIZADA ┆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora