Capítulo 6: Sopresas que dan gusto

16 6 0
                                    

SOPHIE

Por fin llegó el día de saber esa dichosa sorpresa de la que Nerea me habló,así que la llamé.

Ella enseguida atendió mi llamada,respondió:- Ners,ha llegado el día! ¿Me vas a decir de qué sorpresa se trata por favor?

Nerea me respondió:-Estate atenta en la ventana y a la puerta de casa-y me colgó.

Pasaron dos minutos y miré por la ventana pero no había nadie,pero sonó el timbre.

Cuando abrí la puerta empecé a chillar junto con la persona a la que tenía enfrente en esos momentos. Esa persona era Nerea,ella estaba allí,conmigo. Estaba en California y nos estábamos abrazando.

Me dijo: -Sophie,felicidades nena! te quiero te quiero y te quiero! Toma te he traído esto.

A lo que yo impacientemente dije gracias y lo cogí y empecé a desenvolver. 

Cuando finalmente conseguí desenvolver el obsequio que Nerea me dió,empecé a aplaudir y a dar saltitos de alegría.

Nerea me había regalado un collar con el símbolo del infinito.

Y me fijé en que ella,tenía la pulsera con ese mismo símbolo.

Y mi alegría fue intesificándose por momentos.

La invité a pasar a casa y nos subimos a mi habitación.

Aún seguía sin creerme que una de mis mejores amigas estuviese allí conmigo después de tantísimo tiempo sin vernos.

Estábamos las dos muy felices,tanto ella como yo.

Le empecé a contar lo que hice el día de mi cumpleaños y lo que me compré con el dinero que me dió la tía Nina y también le enseñé el libro que Aly me regaló.

Y a todo esto Nerea me dijo:- Qué fuerte! Sophie tía que te ha regalado un libro de amor súper romántico y solo habéis hablado las dos veces que has entrado en esa tienda. No es por nada,pero eso es señal de que le gustas o le atraes.

Y yo muerta de risa por esas ocurrencias que ella tiene,respondí:-Anda anda Ners,que cosas tienes,¿cómo le voy a gustar yo? si solo hemos hablado dos veces como tú bien has dicho. Y no sé,si fuera así... A ver que la chica es guapísima y encima le gusta la lectura como a mi,pero que no tía que no le gusto.

Y Nerea meneó la cabeza y empezó a reírse.

Seguimos hablando y contándonos nuestras cosas y cuando nos dimos cuenta era ya casi las diez de la noche.

Se nos pasó el tiempo volando.

Nerea se quedó en mi casa hasta el domingo por la noche,que tuvo que regresar a Madrid.

Cuando llegó la hora de irse me puse demasiado triste y le abracé muy fuerte y entre lágrimas le dije que la quería,ella me devolvió el abrazo y me prometió que pronto nos volveríamos a ver.

El lunes a las 7 de la mañana ya estaba sonando el dichoso despertador,de mala gana,me incorporé y lo apagué.

Hoy estaba más cansada de lo normal,por el fin de semana tan intenso que he vivido,por lo cual,hoy me costaba hacer cualquier cosa el doble de lo habitual. Pero igualmente tenía que ir a las clases por muy exhausta que estuviese,porque una sola falta sin justificar supondría la expulsión inmediata del centro y mi tía Nina y yo no queríamos eso.

Abrí el armario y cogí lo primero que vi,en esa ocasión eran unos vaqueros y una blusa color magenta.

De zapatos me puse mis converse,y finalmente salí de la habitación para dirigirme a la cocina y coger al menos una fruta e ir comiéndomela de camino a clase.

El amor y otros desastres más.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora