Mi hermano no es una escoria

Capítulo 3

Se tocarán temas con venta de esclavos y maltrato infantil.
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Nada podía salir mal, A-Yuan tenía un objetivo y un camino establecido para llegar, la parte difícil sería que sus hermanos no desconfiaran de él porque sabía leer y escribir, improvisaría en el camino con los detalles. Ese día estaba acostado en las piernas de Qi-Ge otra vez, frente a ellos estaba un mercado, así que mucha gente pasaba frente a ellos, lo primero y más fácil sería enseñar a contar, después podría enseñarles a leer con los letreros que había por todas partes, la escritura sería al final dado que los trazos eran ligeramente diferentes a los que él conocía podía decir que como aprendió solo no sabía trazar bien y esa sería la razón de las diferencias.

Elaboraba mejores planes en el regazo de Qi-ge, porque siempre que se acostaba acariciaba su cabeza para relajarlo, en esos momentos se preguntaba si el niño que era antes se comportaba parecido a él o era diferente, nunca le habían dicho que se comportaba diferente así que no era un problema por ahora.

—Qi-ge, tengo sueño—

—A-Yuan puede dormir el resto del día, no nos moveremos de aquí en un rato— El niño mayor siempre respondía de una manera tranquila y amable con los dos más pequeños, a Shen Yuan le conmovía que a una edad tan temprana y en unas condiciones tan precarias pudiera velar por alguien más con ese tipo de abnegación.

—¡Qi-ge! No consientas demasiado a A-Yuan— Por otro lado, el gemelo Shen Jiu era lo contrario, nunca dejaba salir comentarios agradables o amables, pero protegía a ambos a su modo incluso podía decir que el pequeño Tsundere era tierno a su modo.

—Si A-Jiu también tiene sueño puede dormir a mi lado—

—¡¿Quién tiene sueño?!—

Shen Yuan daría todo por sus ahora hermanos y si de él dependiera no dejaría que nada les pasara.

Esa noche en la destartalada casa estaba haciendo más frío que de costumbre, eso le hizo pensar que para mediados de otoño tenía que hacer un gran avance en su plan, sabía que ellos ya habían pasado varios inviernos de esa forma, pero él no quería ver como sus hermanos sufrían de ese modo, tampoco quería ver si algún niño moría por las condiciones en las que estaban, si su percepción no fallaba se encontraban en plena primavera aún tenía tiempo de avanzar con el plan y lo empezaría al siguiente día sin falta.

Los niños nuevos al despertar no sabían a dónde dirigirse, no se formaban como el resto y eso hizo enojar a los esclavistas, lo que significaban gritos y golpes para el desdichado que siguiera cometiendo algún error, él como un joven de la época moderna estos actos de crueldad hacia los niños era muy difícil de presenciar y más al no poder hacer nada, realmente no sabía cómo ayudar a todos sin meter a él o a sus hermanos en peores problemas.

La mañana no fue diferente a los otros días, al ver a los niños subiendo le recordaba que tenía que apresurarse a sacar a los tres de ahí, no sabía en qué momento alguno sería subido a esa carreta.

Qi-ge siempre los tomaba de la mano al ir a pedir limosna, Shen Yuan sentía la preocupación y el cariño que tenía por los gemelos, su gemelo siempre se sujetaba con fuerza mientras mantenía el sueño fruncido o hacía puchero y él solo se aferraba a la mano del mayor. Así se retiraban todos los días del lugar donde aquella cabaña mal cuidada albergaba a todos los niños, ese pequeño momento marcaba la felicidad que podían tener, la pequeña libertad que traía.

Los tres llegaron al mercado, pero esta vez A-Yuan estaba decidido a hacer algo más para ayudar, sabía que había un puesto que fabricaba y vendía instrumentos, esperaba que hubiera alguno que supiera tocar, así que se dirigió hacia allá después de decirle a sus hermanos que daría una vuelta por los puestos después de mucho discutir lo dejaron irse con la promesa de que llegaría antes de que se movieran al siguiente lugar, sorpresivamente Qi-ge puso más resistencia que A-Jiu. Al llegar al puesto se puso a ver los diferentes instrumentos y vio que tenían una pipa en su anterior vida, su madre insistió en enseñarle a tocar el instrumento, nunca agradeció hasta ese momento el conocimiento, ahora si podía convencer de que se la prestarán podría hacer un poco de dinero.