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07

You Xu de repente deseó comida picante, fue al supermercado a comprar pimientos rojos, pimientos verdes y varias salsas de chile.

Por la noche cocinó una olla de pollo caliente y picante, un olor a picante que hace que uno se ahogue hasta las lágrimas pero aún así hace que las personas no puedan evitar salivar.

Resulta que el dà lǎo es un amante de lo dulce, así que ella decidió guiarlo por un nuevo camino, haciendolo probar un nuevo sabor.

Tal vez porque el valor de confianza de Duan Min aumenta día a día, que se enfrenta sus miedos y hace que disminuyan continuamente, sus agallas engordaron a 18.000 kg, era demasiada perezosa para molestarse en hacer un plato especial para él, asi que directamente hizo más cantidad y le dio un plato de la olla.

No ha podido definir la relación entre Duan Min y ella, el propietario y vecina de al lado, jefe y objetivo de la tarea, y ahora los amigos de comida.

Qué relación tan compleja y plásticamente frágil.

You Xu sostenía el plato de pollo caliente y picante, salió y se lo pasó a Duan Min, luego volvió a su mesa y se sentó a cenar, se sentía un poco extraña en su corazón, ya que comieron juntos al mediodía, por qué no comer juntos por la noche, de hecho se convirtió en un hábito, ¿o algún tipo de ritual?

Pero cepillando día a día, el valor de confianza ha aumentado constantemente a 50.

    ──

Al día siguiente cerca del mediodía, You Xu se preparaba para cocinar, fue a abrir la puerta como de costumbre.

Tan pronto como abrió la puerta, vio a alguien parado afuera, Duan Min sostenía un plato limpio con ambas manos, las esquinas de sus ojos estaban rojas, la punta de su nariz también estaba roja, bajó su vista y la miró fijamente.

Parecía un poco bueno de alguna manera.

You Xu recordó el gran perro que había criado antes, cada vez que llegaba la hora de cenar, traería su propio traste para pedir comida.

     You Xu contuvo su risa y saludó: “Entra.”

     Duan Min puso los platos limpios que traía en sus manos en el armario con familiaridad, su cuerpo ligeramente inclinado estaba a punto de enderezarse, cuando una mano suave y cálida frotó la parte superior de su cabello, giró levemente la cabeza, la vio parpadear, sonreír mostrando superficialmente sus hoyuelos¹ y decir suavemente: “Gracias.”

La distancia era algo cercana, incluso podía oler el ligero aroma a jazmín de su cuerpo.

     Duan Min hizo una pausa, aún no habia respondido, cuando ella retiró su mano y retrocedió a cierta distancia, él reprimió la pequeña pérdida que sintió en su corazón, apartó la mirada sin cambiar su expresión: “¿Qué hay para almorzar?”

La cosechadora  ○┼< Donde viven las historias. Descúbrelo ahora