.•♫•♬•Pijamada con peques•♬•♫•.

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𝓝𝓪𝓻𝓻𝓪𝓭𝓸𝓻 🅿.🅾.🆅

Luego de todo lo ocurrido en el supermercado, llegaron a aquella lujosa casa que tenían en Roppongi, Ran estacionó el auto luego de dejarlo en la entrada de la cochera y abre la puerta.

-Muy bien, llegamos a casa -Rindō abrió las otras puertas y mientras Ran sacaba las compras, Rindō ayudó a T/N a bajar del auto para después los dos bajar a los niños.

-¿Por qué venimos a la casa de descanso, papá Rindō? -Yuriko vio a Rindō quien había tomado en brazos a un dormido Takuma.

-Es que aquí van a quedarse con mamá está noche mientras tu padre y yo vamos a trabajar con tus tíos, igual, van a venir sus amigos y primos.

-¿Vamos a tener una pijamada? -Yuu comenzó a dar saltitos de solo imaginarlo, el mal momento que había pasado, quedó en segundo plano luego de la noticia que le daba su padre.

-Pueden verlo así -T/N le sonrió a su pequeño mientras caminaban a la puerta de la casa. -mami igual tendrá una reunión de chicas, pero les dejaremos su espacio, siempre y cuando no se duerman tarde.

-Prometido. -los dos hermanos mayores le sonrieron a su madre en lo que tanto ella como Rindō cargaban a los gemelos.

Luego de entrar, T/N se decidió a llevar a los pequeños hacia la sala donde tenían una cuna y por otro lado Ran y Rindō junto a sus otros dos hijos comenzaron a ordenar las compras que habían hecho, Ran vio a su hija bastante feliz mientras preguntaba quienes vendrían, y aquella mirada iluminada cuando de su boca salió el nombre de Mitsuya Shunsuke, sabía lo que eso significaba, pero quería ignorarlo, su princesa era muy pequeña como para pensar en tener un novio y tratándose del hijo de Takashi, sentía un escalofrío recorrer su cuerpo de solo imaginar que su princesita Haitani deje su apellido pasando a ser Mitsuya Yuriko.

-Papá, ¿estás bien? Te pusiste muy pálido y te quedaste mirando a la nada de repente...

-Oe Ran, despierta -Rindō le dio una sacudida haciendo que saliera de sus pensamientos y lo primero que hizo fue abrazar a su hija al colocarse a su altura.

-Mi pequeño lirio... Por favor no dejes a tu padre así de esta manera, tú vas a llevar el apellido Haitani siempre.

-Papá me estás asustando, en verdad, ¿qué pasa?

-Ese niño no te va a robar de mi lado.

-¡Haitani Ran, deja a la niña, la estas asustado!

T/N le agarro de la oreja y lo separó de Yuriko, que seguía sin entender el porque del desplante de celos por parte de su padre.

-Te estás comportando como sí quisieras meter a Yuriko en un convento, deja de hacerte ideas en la cabeza, Ran.

-Sí... Lo siento, es que... Mi princesa crece cada día y yo... -suspira. -no sé bien como lidiar con ello, en un par de años más va a estar entrando en la adolescencia y niños malcriados van a mirarla y...

-Y ahí estas de nuevo, cariño, nuestra hija se sabe defender, además tiene a todo Bonten cuidando de ella, obviamente Koko tampoco va a dejar que se le acerquen a su adorada ahijada, así que quédate tranquilo ya.

T/N aún podía notar el temor en los ojos de Ran, sabía que se sentía así porque de adolescente fue el temor de todos los padres con hijas en edad de secundaria y preparatoria, conocía bien el gusto de los chicos de esa edad por comenzar a acercarse a chicas bonitas y claramente su hija entraba en la categoría coronando por completo la misma, era más que claro que tendría a varios babeado por ella y no quería que mocosos rondarán a su hija, era inaceptable para él.

ℍ𝕒𝕚𝕥𝕒𝕟𝕚'𝕤 𝔽𝕒𝕞𝕚𝕝𝕪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora