Y que excitante es ese sentimiento de pertenecer a un lugar, a unas personas, a unas emociones...
Te lanzas a un mundo nuevo, desconocido, temeroso e incluso vergonzoso. Lo haces para demostrarte que puedes enfrentarte tú sola a algo para lo que no te creías capaz, para lo que te creías pequeña, tímida y muy novata.
Y sin saberlo, es ahí donde encuentras tesoros que estaban esperando tu llegada, luces que ya brillaban por sí mismas pero que ahora brilláis juntos.
Encuentras un espacio en el que por fin te sientes cómoda, tranquila, feliz y sobre todo en paz.
Una verdadera paz que no está motivada por nadie más que por ti misma, por tu fuerza y cabezonería. Una paz que encuentra su raíz en la independencia y libertad recién descubiertas.
Miras hacia atrás y te das cuenta que cada una de las decisiones que tomaste te han llevado a ese lugar que ahora es tan tuyo, a esas personas que ahora admiras, y a la chica que ahora eres, aquella que de niña siempre soñabas con llegar a ser.
25/11/2021
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Pequeños pensamientos
SpirituellesConjunto de textos fruto de momentos de inspiración. "Mi hombre perfecto solo fue un actor en una obra de teatro, una representación que hace que se te salten las lágrimas pero que en el fondo sabes que solo es una historia más."