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Todos y cada uno de nosotros hemos pensado una vez, por lo menos, encontrar a nuestra alma gemela, aquella mitad que nos complementará.

Pero muchas veces este complemento no tiene por qué ser tu pareja romántica. A veces este es lo opuesto, alguien a quien odias tanto que se vuelve el centro de tu vida, y el acabar con su existencia es tu razón de continuar.

Aquellos que ocuparán está descripción, se conocieron años atrás, cuando un joven aprendiz de héroe tenía prácticas con su tutor (y secretamente hermano mayor). Se habían topado con un simple robo a una tienda de autoservicio.

Mientras el mayor se encargaba de los más fuertes, al pequeño héroe se le ordenó ir tras un jovencito que había huido del lugar.

Tarde se dieron cuenta todos que aquel joven que había huido era la mente maestra de la pequeña banda de delincuentes, y que al parecer había más que robos a autoservicios.

¿Y que pasó con el pequeño héroe? Bueno, fue derrotado completamente, pero no sin antes pelear y sin dejar que se fuera limpio. Si pusiéramos una escala de poder, el aprendiz sería un 6 y el pequeño villano un 7.

La fundación se preocupó por aquello, pues parecía ser demasiado poderoso para la edad que aparentaba, y peor aún que nadie conocía su rostro, pues siempre lo mantuvo cubierto.

Aquello le importaba poco al héroe derrotado, que después de haber sido humillado se decidió a buscarlo y acabar con él.

Y el pequeño villano había decidido que ese futuro héroe era una amenaza a sus planes, por lo que debía destruirlo a como diera lugar.

Y así pasaron los años. Un primer encuentro dio lugar a un segundo, de ahí a un tercero y con el pasar de los días a cientos más, dejando que pasarán las semanas, los meses y al final también los años, incluso llegando a la década entera. Ese día no era la excepción.

¡BOOM BOOM BOOM! Fue lo que se escuchó en algún punto de la ciudad. Los civiles estaban siendo evacuados para evitar que salieran heridos.

En el epicentro de las explosiones y destrucción, peleaban un héroe y su némesis. No era una exageración decir que no les importaba si alguien salía herido, su propósito era acabar con el contrario.

Ambos mostraban una excepcional muestra de sus poderes y ninguno daba su brazo a torcer. Cada uno había pulido sus habilidades con el único propósito de superar a su enemigo, a veces lo lograban a veces no

Ese día en particular, el héroe fue quien se quedó abajo. Un golpe certero por la espalda lo mando al asfalto, en donde dejó un cráter de tamaño considerable.

—¡Hijo de...!

—Deberias dejar de hablar o te lastimarás más. – Parecía que estaba a punto de dar su ataque final, pero una alarma lo detuvo. —Mierda, llegué a mi límite ¡Te mataré a la próxima!

El villano huyó y los compañeros de nuestro héroe se acercaron a auxiliarlo.

—¡963! ¿Te encuentras bien?

—Como detesto los números. – Fue rápidamente levantado para llevarlo al centro médico de la fundación más cercano.

En este universo, en este mundo, los héroes bajo el ala de la fundación no usaban nombre clave, usaban un número para identificarse o al menos quienes eran desplegados al campo de batalla. En cuanto a sus identidades civiles, esas se mantenían en el anonimato.

Aparte de números, también usaban un uniforme con un único estilo que a muchos no les agradaba ¿Pedirían un cambio? Probablemente no, la forma de pensar de la fundación era que aquellos con disfraces ridículos no eran de confianza.

Just A Villain HeartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora