Con las flores en colores y los pájaros piando,observaban dos señores,que arroz estaban cultivando.
Un señor le dice a otro,vaya sol que ha salido,
si, es perfecto para llamar a las cabras con un silbido.
Las cabras no vienen,mandemos al perro,
el se encargará en meterlos al cerro.
-¿Vamos al pueblo?
-¿No se está bien en el campo?
-¡¡¡Si,va... y te dejo que conduzcas tú,que yo me estampo!!!
(Una vez en el pueblo los campesinos se fueron al bar,
quedaron de acuerdo de que bocata se iban a llevar)
-Ya con sus bocatas en mano,
que casualidad que vieron al pueblerino de su hermano.
Ellos muy entusiasmados fueron a saludarlo
y el hermano muy alborotado fue a abrazarlo.
El con la gorra en la cabeza
y con mucha sutileza,
les invitó a su casa a beber unas cervezas.
Los tres muy contentos
y callados pero bebiendo,
decidieron quedarse con toda la familia
en ese pequeño pueblo.