Capitulo 2 Mi esposo...

499 81 30
                                    


"...Mi vida ha sido una simple ilusión...solo quería una cosa...ir...alejarme lo mas posible de donde viví...porque se que seré feliz..."

-tienes que irte-hablo su padre en la mesa, cuando los sirvientes servían la cena, ella le miro con ojos bien abiertos y si no fuera por la tensión en el ambiente su hermana menor hubiera escupido todo el agua que había bebido previo a la comida

-¿Qué? ¿A dónde iré padre? ¿va enviarme a la academia de nuevo?-en efecto ya había estado un par de años fuera de casa, era la primogénita del clan Hyuga y tenia que prepararse con la mejor educación y etiqueta, para ser una digna dama en el futuro, su elegancia y dulzura, la hicieron hacer la mejor de su clase, sin embargo, nunca fue reconocida por su padre cuando regreso, solo fuer un simple saludo y nada mas, aunque ya estaba acostumbrada a ese tipo de expresión de su progenitor en sus ojos, aun así lo amaba, no podía evitarlo, ni tampoco odiarlo, solo deseaba tener alas y salir y vivir su propia vida, nada mas que solo existir

-no seas tonta, tienes que irte a vivir con tu esposo

-¡esposo!- Hanabi se puso de pie apoyando su manos sobre la mesa-lo siento padre-se volvió a sentar-¿Cómo que mi hermana tiene esposo?

-eso se decidió desde antes de que ella naciera Hanabi, y no te metas en esto –pronuncio su padre- así que sabes lo que tienes que hacer – su hija mayor asintió rápidamente con la mirada hacia abajo

-¿qui...quien es mi esposo?-se aventuro a preguntar tímidamente

-es un hombre héroe de guerra, un hombre para ti- dijo poniéndose de pie- no desaproveches esta oportunidad Hinata, de lo contrario solo traerás deshonra a la familia-sin mas se retiro sin cenar, mirándole Hanabi con desconfianza

-esta mintiendo- pronuncio Hanabi una vez a solas

-¿Qué?

-¿no te diste cuenta? Si hubiese sido verdad estaría aquí cenando con nosotras-comento la castaña- de seguro te hizo casarte con un perfecto maniático

-no lo creo...pronuncio ruborizada- se que no será así

-¿Cómo sabes eso? ¿conoces a tu marido?

-¿eh? No lo se ¡olvídalo Hanabi! Mejor cenemos –hablo Hinata para comenzar con su cena, sin embargo, ella sonreía disimuladamente y un tono carmín en su rostro la hacia soñar con quien pudiera ser su esposo –Naruto...- pensó alucinada en su habitación recostándose sobre la cama, era un héroe de guerra, si lo que decía Hanabi era cierto, él fue muy estigmatizado por su modo de vivir y su pasado duro que tuvo que pasar para ser el mejor guerrero de su país- él será mi esposo...¡estoy muy feliz!- seguía con su monologo mental cubriéndose con las sabanas completamente ruborizada

Los días pasaban con rapidez, y ni si quiera imagino que tan rápido seria que su padre la subiría a un carruaje para enviarla directamente a la casa de su marido, Hanabi le abrazo con fuerza antes de despedirse, su padre solo le dijo "no me decepciones" y ella solo asintió, para subir al trasporte y alejarse del lugar que la vio nacer, en compañía de Kurenai, su primera doncella que la cuido desde que tenia memoria

-señorita Hinata...- pronuncio la mujer viendo que la oji perla no quitaba la vista de la ventana, ella volteo mirándola para sonreir

-soy...soy libre-sonrió ampliamente la oji perla

-¿no tiene miedo de quien puede ser su esposo?

-no..., se que se tratara de un buen hombre-contesto, Kurenai le miro con preocupación, pues ella sabia a la perfección quien era, pero no tenia las fuerzas necesarias para decirle y borrar esa dulce sonrisa en el camino largo que le quedaba por recorrer, a veces era mucho mejor callar para evitar herirla mas

Lentamente el camino se veía mas y mas ajeno a su vida, era muy difícil para ella dejar su casa, pero aun así su sonrisa no se borraba de sus labios, su corazón se aceleraba cada vez que pensaba que el amor de su vida seria su esposo, solo era un par de días para que ella viviera sus felices para siempre

El panorama al ver el lugar la dejo algo extrañada, no se imaginaba un lugar tan lúgubre, recordaba que Naruto era muy alegre, por que todo a su alrededor desprendía el mismo esplendor, sin embargo, su sorpresa fue que no se encontraba en el lugar que ella pensaba

-¿él se caso con la señorita Sakura?-pregunto al escuchar las noticias, mientras que su corazón lo sentía trisar

-si, señorita ¿Qué le sucede?-le pregunto su doncella preocupada –no me diga que...

-no..., solo estoy un poco sorprendida- sonrió de manera forzada, para ingresar a tierras desconocidas, si al menos no tenia a su gran amor, al menos llevaría una buena vida con su marido, trataría lo mas posible de no ser parte de su vida y viviría tranquilamente, así no la regresaría a casa con su padre

Apenas puso un pie en esa casa, fue amada por la servidumbre, en un principio temblaba ante su presencia, extrañándose de sobre manera, pero con el paso de los días, su calidez y amabilidad, gano todos los corazones de la servidumbre, arreglo el frontis de la entrada principal con flores con colores alegres, y organizo una bienvenida para su marido y sus compañeros de guerra, todo había cambiado en muy poco tiempo, al fin se felicitaba así misma por lograr algo bueno, sin embargo, toda alegría decayó en una carta de su progenitor que la hizo caer nuevamente en la desesperación

Si quieres asegurar tu estancia y nos evitas de la deshonra, da a luz un hijo

Aquello la hizo desesperarse, quemando la carta enseguida, viendo como su esposo llegaba a casa, no lo conocía, ni si quiera conocía su rostro, y se sentía obligada a hacer lo que él quisiera con ella, con el fin de no regresar a casa, sintiéndose un tanto miserable, le solicito a Kurenai que ella se presentara primero ya que sus brazos y piernas comenzaron a temblar, ni si quiera podía ocultarlo en su bello vestido que su dama le había escogido cuidadosamente para recibir a su esposo, ¿acaso tanto esfuerzo no había sido para nada?

-¿acaso tu eres mi esposa?-le escucho su voz sintiendo espanto, viendo como le hablaba a Kurenai quien se había presentado de una manera muy educada ¿era verdad que era un maniático?, respiro profundamente para avanzar hacia él, viendo a su marido casi completo, ya que este se cubría el rostro con una mascara solo podía ver sus orbes negras en su fas, sintiéndose ella aun mas intimidada

-bienvenido...esposo...-pronuncio nerviosa, no sabia que reacción tendría él al verla, ¿la rechazaría? ¿se enojaría?

-no-contesto él haciendo que ella le mirara asustada

-¿no..no?-sin embargo, este le había tomado descaradamente su cintura para atraerla hacia él, sonriéndole de manera profunda contestando

-dime Kakashi, no señor, soy tu esposo, Hinata...


************

Holaaa espero que les haya gustado este nuevo capitulo, gracias por los comentarios y sus estrellitas, mil abrazos!!!


proximamente................................Capitulo 3 Cuando las copas se pasan...


adelanto

un fuerte golpe se sintió en la habitacion matrimonial, y un pequeño quejido que se dejo escapar en los labios femeninos de la señora de la casa, obligando a la sirvienta a retroceder y regresar por el mismo camino en donde habia llegado, no queria interrumpir nada, menos en la primera noche de los dueños de casa, sin embargo, lo unico cierto que creia la mujer de la servidumbre en ese minuto era que el hombre estaba sobre su mujer, ¡claro que lo estaba! pero no era lo imaginado, la pobre oji perla estaba con su rostro estampado en el suelo ya que Kakashi había caido sobre ella como un saco de harina 


Seduciendo a mi maridoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora