Tan Dulce Como Una Uva [Knuckles x Reader]

//Capitulo 2//

Ya vine, pero haré esto corto xd

Así que directo a la lectura

~×[💖]×~

No sabías que decir o como reaccionar, estabas congelada mirándolo a los ojos fijamente, te sorprendió su condición, querías buscar en sus ojos una señal o algo que te diga que solo está bromeando, pero sabías lo muy serio que era y cuando hablaba enserio, por lo que después de unos segundos ambos en silencio que se sintió como una eternidad tragas saliva un poco antes de volver a la realidad.

–¿Alado tuyo?– preguntarías aún confundida y extrañada, manteniendo tu expresión calmada y amable.

–Si– respondería sin más aún mirándote serio y hablando con el mismo tono.

No pudiste evitar ponerte algo nerviosa pero sobretodo extrañada, pues todavía necesitarías otra silla para sentarte, por lo al final suspiras derrotada para ir por una caja grande y resistente que tenías para ponerla alado de tu compañero, una vez sentada abres las libretas y libros para así ir a las páginas y comenzar a repasar tus apuntes para aquel maldito examen.
Aunque claro, no podías concentrarte con el equidna alado tuyo, luchabas por tener tus ojos y atención fija en las hojas, no en el mayor. Pero era difícil.

Si bien, no hizo nada para distraerte, o lo que se consideraría una distracción, siguió leyendo tranquilamente y en silencio el libro, solo dabas pequeñas miradas de reojo timida y nerviosa de que en alguna te atrapará mirándolo.

Había un gran silenció, algo incómodo para ti, pero sabías que debías mantenerte en silencio, pues no querías distraerlo de su lectura, deberías también estar enfocada en tus cosas, te regañas mentalmente para obligar tu vista y mente a tu libreta leyendo y memorizando esas notas.

Apenas puedes tener la concentración que tanto necesitabas antes de que sientas un suave y lento movimiento, era Knuckles acercándose un poco más a ti junto la silla en ruedas, te congelas por unos segundos con tu mirada congelada en tu libreta, renglón y específicamente en una palabra muy interesante...

Caliente

Puedes sentir toda tu cara tan roja como el pelaje del equidna, retrocedes suavemente en una expresión de shock y vergüenza logrando callar un suave jadeo, rápidamente miras al mayor para ver si no rompiste su concentración.

Por suerte, no, seguía con su mirada en el libro, leyendo los renglones viendo un poco como sus ojos seguían cada palabra, miras de nuevo a tu libro, no.

No era una página sobre el tema de la reproducción, pervertidos.

Solo es tu maldita materia de química, sobre cómo ciertos químicos ante temperaturas muy elevadas dependiendo que tan caliente estén tienen efectos diferentes, aún así te avergüenzas, pues el mayor al acercarse más a ti puedes sentir su calidez.

Cómo el cuarto estaba más cálido, tu rostro más caliente, y en si todo lo sientes hirviendo de vergüenza, al apegarse más sentiste su brazo levemente pegado al tuyo casi rozandolo, claro el contacto y suavidad hicieron que tuvieras un leve escalofríos por tenerlo tan cerca que tragaste saliva, jurando también que habías comenzando a sudar.

Ante todo esto, te dió curiosidad que estaba leyendo tu compañero de cuarto, tenías un librero en tu cuarto normalmente de libros de tus gustos, o al menos la mayoría de cuando eras más joven y estabas más en la pubertad, otros eran de tu escuela, regalos que te dieron o simplemente libros que tus padres tenían por ahí y los guardaste por curiosidad.
Así que lo miras de reojo tratando de ver la portada, por suerte, no tenía el libro abierto completamente en la mesa, sino a veces lo agarraba para leer más cómodo o pasar bien la página sin romper nada, puedes ver un poco la parte de atrás donde está su descripción.