Supervivencia sin expectativas

Capítulo 0-7: Día diario

Ya era la hora de almorzar, todos se habían reunido en el comedor como estaba planeado, mientras cada uno se servía algo de comida una pequeña discusión en aquel lugar comenzó

Rocío: No puedes servirte una cantidad tan grande de comida, se supone que todo el mundo estamos poniendo de nuestra parte para que no se acabe rápido

Miguel Ángel: ¿Qué hago? Tengo demasiada hambre, no pienso dejar mi estómago vacío

La discusión había comenzado principalmente porque Miguel Ángel se había servido una cantidad de comida algo exagerada, lo cual a Rocío no le parecía justo

Sin querer llevar la discusión a algo mayor simplemente dejaron a Miguel Ángel dejar pasar aquello por una ves

Todos se sentaron en aquella mesa, todos comían de forma callada, seguramente cada uno pensaba en su propio secreto, el cual iba a ser revelado probablemente mañana

Todos tenían la mirada agachada, solo observaban su plato, excepto Zoe, quien tenía una mirada firme

Zoe con decisión golpeó la mesa del comedor con algo de fuerza, llamando la atención de todos, haciendo que las miradas se dirigiesen hacia ella

Zoe: Voy a ser sincera, pienso que todos debemos de revelar nuestro secreto. Aunque sea grave no juzgaremos a nadie, somos amigos y en esta situación sobre todo tenemos que actuar como un equipo. Estamos atrapados juntos y debemos de afrontar esto juntos como un equipo

Miguel Ángel: ¿No dejamos en claro que nadie de nosotros quiere revelar el secreto? Respeta las opiniones

Miguel: ¿Qué más te da revelarlo ahora o después? Lo único que haces es tener un peso en la espalda

Javier: Si, pero nuestra privacidad es lo importante

Rocío: ¿Y qué vais a conseguir con eso?

Aitana: Mentalizar nuestras mentes para cuando lo digan

Yazira: ¿No prefieres decirlo de forma voluntaria y ya está?

Ismael: Algunos no tenemos tanto valor, puede llegar a dar vergüenza

Óscar: En lo personal sería más digno decirlo por ti mismo que por el director

Paula: ¿Y qué tiene de malo? Algunos preferimos el otro camino

Rubén: Lo único que estás haciendo es quedar como una cobarde