𝐒𝐔𝐑𝐕𝐈𝐕𝐄 ━━ the walking dead ✓

𝐱𝐱𝐢𝐢𝐢. 𝐯𝐢𝐬𝐢𝐭

═══ •°🌵°• ════

Había pasado un par de días luego de la visita a Alexandria, y la vida de Alya no podía ser mas miserable. Apenas dormía unas cuantas horas, ganándose así, un par de ojeras bajo sus ojos, su apetito incluso había desaparecido, aunque esto último parecía no importarle al líder de los Salvadores.

Cada noche en aquel sucio cuarto, lloraba hasta el cansancio. Su conciencia y su corazón la estaba matando lentamente, ahora más que nunca, empezaba a sentirse completamente mal consigo misma.

Aquella mañana, por órdenes de Negan; debía ayudar a descargar un camión llegado con abastos, cortesía de Hilltop. Dejando de lado la bandeja con desayuno que se encontraba fuera de su puerta, se encamino hasta la entrada del Santuario. Sus piernas flaqueaban con el andar, pero se negaba a siguiera tomar un pedazo de pan de aquel lugar.

Al escuchar las risas de varios hombres en el lugar, Alya suspiró tomando valor para dirigirse allá, en el momento que uno de ellos diviso a la pelirroja, señaló a su dirección llamando la atención de sus compañeros.

-Miren quien decidió aparecer al fin-hablo Davey-¿Dormiste bien tu sueño de princesa?

El hombre miro hacia atrás esperando las risas de sus amigos, las cuales no tardaron en aparecer.

-No es tu maldito problema-contesto hostil la pelirroja-¿Podemos empezar a descargar las cosas?-señalo el camión.

-Aquí empezaremos cuando yo lo diga-habló mientras se acercaba a la chica-Aquí no esta Negan para protegerte-con su dedo, rozó la mejilla de Alya.

-No, pero ¿que crees que te pasara si llego corriendo hasta el llorando y con un golpe en el rostro? Me han dicho que soy muy buena actuando. No creo que Negan te reciba con un ramo de rosas. Así que, ¿podemos empezar a descargar las cosas?-volvió a hablar con dureza.

Davey, el cual quedó sorprendido ante la actitud de la menor, se quedó paralizado en su lugar mientras la veía con furia.

-Vuelve a ponerme uno de tus asquerosos dedos encima, y te juro que no será lo único que cortare de ti, y cuando termine, no quedará ni una maldita parte de ti que alguien pueda reconocer.

Alya no esperó respuesta por parte del hombre, paso por su lado mientras le indicaba al resto de hombres que empezaran a bajar las cajas del camión. Para su mala suerte, de las manos de uno de ellos, una caja se resbalo. Vidrios y liquido de licor habían quedado esparcidos en el camión. Alya soltó un suspiro cansado.

Negan, el cual se encontraba a su al rededor, vio con burla a la pelirroja en cuanto al accidente, tal vez, si tenia un poco de suerte, el hombre no la iba a culpar por aquello.

-¿Qué demonios?-se escucho dentro del camión.

El ya conocido sonido de disparos se escucho por todo el lugar, debido a que Alya se encontraba cerca del camión, una de aquellas balas logro rozarle el hombro. Con rapidez, se agachó en su lugar mientras se cubría su parte afectada.