୨ৎ The Other Men ︙TaeGyu⋆

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La celebración para el nuevo vecino había comenzado. Todo estaba perfectamente adornando. Kai se encontraba viendo los detalles para ver qué faltaba.

— Ya están las mesas, todo está perfecto —sonrió algo aliviado, comenzando enseguida a contar a sus vecinas, notando que alguien faltaba. Cambió su semblante a uno de pánico y siguió buscándolo —¿Dónde está BeomGyu? — preguntaba angustiado HueningKai, corriendo por todos lados para buscarlo.

Pero por otro lado, BeomGyu se encontraba en casa estresado de aún no acabar de hacer un tonto pastel de carne.

Veía el horno enojado y con una pierna moviéndose desesperadamente. Ni siquiera se había arreglado, seguramente el vecino ya estába aquí y ella ni en cuenta.

— Tonto horno — murmuró para sí mismo. No se podía levantar, porque en cualquier momento estaba listo.

— ¡¿Choi?! — entró a su casa, al verlo en la cocina todo desarreglado y lleno de harina ayudó para entender qué pasaba.

Camino hasta ella y le quitó el mandil.

— Ve a ducharte, yo cuidaré del horno — Kai ni terminó de hablar, cuando BeomGyu ya había corrido hasta su habitación.

Mientras tomaba un baño, pensó lo que había hablado con SooBin la noche anterior.

— ¿... Una fiesta? — SooBin se encontraba encerrado en el baño de la habitación que sus suegros le habían dado, hablando por teléfono a escondidas con BeomGyu. Hizo una mueca cuando BeomGyu le hablaba sobre el nuevo vecino que llegaría.

En cambio, BeomGyu se encontraba cómodamente acostado en su cama, hojeando una revista mientras hablaba con el mayor.

— ¡Sí! Dicen que es de la alta alcurnia, las cosas que bajaban de ese camión eran muy costosas. Aún no entiendo porqué eligió este vecindario — dejó la revista a un lado y se acomodó sobre su almohada—. Kai y yo fuimos los encargados de organizar todo, aunque la idea fue de Niki . Yo llevaré un pastel de carne — sonrió, imaginando todo lo que podría pasar el día siguiente.

— Ya veo... Me tengo que ir, YeonJun me está buscando — cuando colgó, soltó un suspiro de enojo y talló su frente.

A él no le agradaba que BeomGyu anduviera ahí con el nuevo vecino, regalándole pasteles y una bienvenida. Aunque BeomGyu no lo sabía, SooBin ardía de rabia desde casa de sus suegros.