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Nahomi.
Me desperté de dormir, pero cuando abrí mis ojos me di cuenta que estaba en la habitación de Alessandro, me senté de golpe en la cama y empecé a ver todos, lo vi a el parado dejando unas cosas en el mueble que estaba frente a la cama, volteo a verme y me hablo.
-Lo siento si te desperté, juro que traté de hacer el menor ruido posible para que no te despertaras.
-No te preocupes no me despertaste tú, me desperté porque ya no tengo sueños.
-Mira te fui a comprar un cepillo de dientes, te compré ropa para que te sientas más cómoda, por si gustas te puedes bañar. -dijo mientras dejaba las cosas que me compro encima de un mueble.
-Muchas gracias por darme permiso de bañarme ya que estoy muy sudada.
-Siéntete como en tu casa.
-Muchas gracias. -dije levantándome de la cama.
-Cuando termines de bañarte vas a la cocina a desayunar, iré a preparar el desayuno ponte cómoda. -camino y salió de la habitación dejándome sola en la habitación.
Después de levantarme de la cama camine hasta donde estaban las cosas que Alessandro me había comprado, me compro un short rosa y una playera corta blanca, había una caja encima de la ropa asi que la abrí para ver que había dentro, al abrir la caja vi que dentro de esta había ropa interior de color negra.
Tome la ropa y la lleve al baño, había unas toallas sobre el lavamos asi que tome una para usarla después de bañarme, antes de meterme a bañar me cepille los dientes y luego me quite la ropa que cargaba puesta y me metí a la ducha para bañarme.
El agua fría caía por mi cuerpo se sentía tan bien sentir el agua recorriendo todo mi cuerpo, luego de la agradable ducha salí del baño y me puse la ropa que me había comprado Alessandro, luego de ponerme la ropa tome un peiné y desenrede mi cabello y por último fui a la cocina para ayudar a Alessandro con el desayuno.
-Buenos días. -dije entrando a la cocina.
-Buenos días ¿qué tal te quedo la ropa? -pregunto mientras me volteaba a ver.
-Me quedo super bien, eres bueno comprando ropa he.
-Me costó demasiado saber cuál ropa te iba quedar bien, pero me emociona saber que hice una buena compra.
-Todo lo que compraste me quedo super bien, hasta la ropa interior me quedo super bien.
-Aunque no me creas me siento feliz de a ver comprado bien tu ropa.
-Muchas gracias por a verme comprado ropa para que me sintiera más cómoda.
-De nada es lo mínimo que puedo hacer por la chica que dijo anoche que yo le gustaba.
-Yo no recuerdo a ver dicho eso anoche. -Dije mientras me sentaba encima del desayunador.
-Claro que, si lo dijiste, dijiste que te morías por mí, que yo te gustaba mucho y que hasta te querías tatuar mi nombre. -dijo mientras cortaba unas fresas.
-Alessandro tu eres un mentiroso yo no dije todo eso anoche, solo dije que me gustabas.
-No que no recuerdas lo que dijiste anoche. -dijo con una sonrisa burlona.
-Bueno si lo recuerdo, solo me estaba haciendo la distraída. -dije con una risita.
-Lo suponía, ¿te gustan las fresas? -pregunto.
-Si me gustan.
Se acerco a mí y me di un plato con fruta picadas y yogurt, tomé una fresa y la llevé hasta mi boca, estaba super deliciosa la fresa asi que le ofrecí fresas a Alessandro.
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Tentación
RomanceUna joven chica de 20 años empieza a trabajar en un club nocturno como mesera, ella se vuelve la mesera exclusiva de un cliente el cual lo tendrá que ver en su universidad ya que es uno de sus maestros.