16. Venganza

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-Quiero venganza. -comente mientras me vestía para salir a atender a los clientes.

- ¿De qué carajos estás hablando? -pregunto Sofí

-De que quiero venganza. -respondí mientras me veía en el espejo.

-Nahomi ya se eso, pero yo quiero saber de qué quieres venganza.

Me senté en el sofá frustrada y me acomode bien para contrale todo a Sofí.

-Quiero vengarme de Alessandro por algo me hizo anoche. -dije frustrada.

-Te veo frustrada, a ver cuéntame que fue lo que paso.

-Lo que pasa es que anoche Alessandro me propuso tener intimida antes de dormir, pero yo le dije que no. -Sofí no me dejo terminar de hablar ya que me interrumpió y hablo.

- ¿El muy desgraciado te obligo o te hizo algo por la fuerza? -se exalto sofí.

-No, claro que no, a ver déjame terminar de hablar y no me interrumpas.

-Está bien, habla. -se recostó el sofá.

-Es que no sé cómo explicarte lo que paso. -comente frustrada.

-Acaso después te dieron ganas y él no te dio tu tremendo cogidon de media noche. -dijo entre risas.

Yo me rasqué la nuca y sonreí tímidamente mientras bajaba mi cara.

-Hay no me jodas, si paso eso. -llevo sus manos hacia su boca sorprendida.

-Si paso eso, pero lo que paso fue que hubo un pequeño juego erótico con él y pues resulta que el muy desgraciado solo me dejo con las ganas porque se fue a dormir y yo me quede esperando a que pasara algo más.

-Uy con razón quieres venganza ¿has pensado en alguna forma de vengarte de él?

-Nop, aun no sé cómo vengarme de él. -dije frustrada.

-Y si le haces una llamada erótica y cuando el este bien cachondo le cuelgas y lo dejas con ganas de más. -sugirió sofí.

-Esa una muy buena idea, creo que si are eso y lo dejo igual a como me dejo el a mí. -sonreí y me levanté del sofá.

-Bueno ya mucha platica ya es hora de ir a trabajar porque dios nos hizo bonitas, pero no ricas, bueno a ti si te hizo rica, pero te gusta trabajar. -se levantó del sofá y camino hacia la puerta. - ¿No vienes? -Pregunto mientras abría la puerta.

-Ya voy. -camine hacia la puerta y salimos juntas.

Mientras andaba entregando las bebidas a los clientes me di cuenta que Alessandro aun no venía al club así que supuse que no iba a poder venir porque está ocupado en sus cosas de mafiosos.

Pasaron las horas y no vi señales de el por ningún lado así que supongo que tal vez lo vere en la salida.

Mis horas de trabajo llegaron a su fin, yo ya me encontraba en el camerino cambiándome de ropa para después ir directo a mi casa y descansar.

Sali del club y veo que se acerca hacia mi Benjamín y me sonríe cuando se para frente a mí y me entrega un ramo de flores.

-Se lo manda el joven Alessandro, dice que lo disculpe por no poder venir, pero esta algo ocupado con unos asuntos y espero que este ramo de flores le dé una buena noche.

-Muchas gracias Benji.

- ¿Nos vamos señorita?

-Ya te dije que no me digas señorita, llámame por mi nombre y si ya vámonos. -respondí amable.

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