AETERNUM ©

Capítulo 42

Capítulo final parte 3

Alysa.

Apenas quedaban lágrimas en mí, solo un vacío incontrolable y permanente desde entonces, ya habíamos vuelto a Albury, pero ya no era lo mismo, sin él el color había desaparecido de mi alrededor por completo.

Owen había muerto. Cáncer de páncreas de etapa 4 decía el diagnóstico, un tipo de cáncer prácticamente terminal e irreversible. Owen había estado luchando durante meses en silencio con una enfermedad tan grave como esa, a veces me pregunto por qué no me lo dijo, tal vez era eso que siempre intentaba pero que nunca podía contarme, pero creo que nunca encontraba el momento adecuado para hacerlo. Me siento mal conmigo misma, por no haberme dado cuenta de ello, podría haberle ayudado, haber estado ahí para lo que me necesitara, yo nunca me habría separado de él, solo la muerte podía hacerlo y lo hizo, finalmente ganó la batalla que estaba luchando contra Owen. Otto me contó toda la verdad, Owen sabía de su enfermedad desde principios de año, pero ya era demasiado tarde y se había propagado lo suficiente, los médicos le habían dado simplemente unos meses de vida, su padre Edel quedó destrozado tras la noticia, no podía perder a su hijo así que por eso querían mudarse a Alemania, quería visitar cada hospital para tratar de curarle ya que la operación ya no era una opción viable y aunque fuera improbable quería hacer todo lo posible para que su hijo viviera al menos la vida que merecía. Owen no quería dejar atrás todo esto, no quería dejarme atrás y estaba muy mentalizado en que no aguantaría mucho más tiempo, prácticamente tenía el tiempo contado. Otto me dijo que los tratamientos le hacían estar cansado y débil, Owen quería vivir, y con el tratamiento apenas conseguía levantarse de la cama, así que eligió la opción de vivir hasta el final de sus días, dejó el tratamiento y al principio se encontró genial, como un subidón de adrenalina que te mantiene arriba, pero luego la enfermedad fue poco a poco avanzando lentamente hasta que los síntomas comenzaron a aparecer, él trataba de esconderlos, no quería que nadie lo notase, mucho menos yo. Él me eligió de compañera de aventuras y prometió cuidarme hasta el final de sus días, no quería arrepentirse de no haberme dicho todo lo que sentía, porque siempre me había amado y no podía irse sin al menos haber podido sentir lo que sería estar toda una vida conmigo, por corta que fuera.

Supongo que no todo el dinero del mundo es capaz de comprar algo tan sencillo y simple como lo es la salud.

Quizás yo lo hubiera hecho de otra manera, pero esta fue la que él eligió, prefirió hacer como si la enfermedad no existiera para no tener que lamentarse, sino dedicarse a hacer aquello que quería sin tener que pensar en las consecuencias que pudiera tener. Hizo lo que quiso en cada momento y disfrutó de sus últimos días al máximo. Si tal vez no me lo contó fue porque sabía que curarse no era una opción y no quería preocuparme innecesariamente, aunque el dolor vino de golpe al enterarme cuando ya sí que no había vuelta atrás.

Otto me reconoció que esto ya había pasado antes, fue en la semana en la que desapareció por completo sin dejar rastro, Owen estuvo hospitalizado varios días en estado grave, aunque consiguió recuperarse bastante rápido, y aún así siempre estuvo ahí para ayudarme, escucharme y amarme con su vida.

Me tocó enamorarme de una estrella un tanto especial, era una estrella fugaz, que llega tu vida cuando menos te lo esperas para iluminarte, cegarte y atraparte, te llena con momentos, risas, amor y luego, cuando menos te lo esperas se va y desaparece igual de rápido como había llegado, dejando una estela desolada llena de lágrimas y con una oscura soledad.

Esa noche miré a través de la ventana mientras escuchaba la canción de "Lost Boy" y conseguí ver una estrella que destacaba sobre las demás, era brillante y luminosa, y parpadeaba tanto que era imposible no verla.

—Eres la estrella que más brilla en todo el cielo y a la que pediré todos mis deseos—susurré aún con la presión de mi pecho—Te quiero eternamente, hasta mi último aliento.

Owen Walker se había convertido en una estrella. En la estrella más bonita que el cielo podía tener. Él se había ido al cielo, dejándome sola aquí, con mis días más oscuros que nunca y con una vida pesada y horrible, fingiendo sonrisas para tratar de ocultar que ya no está conmigo y que estoy bien, aunque realmente nunca lo estoy. No he vuelto a sonreír verdaderamente desde que se fue, no como lo hacía con él. A veces sigo pensando que aparecerá cualquier día por mi puerta y que me llevará a cualquier sitio que se le ocurra para poder pasar la tarde, tengo la esperanza de poder volver a verle, aunque sé que es imposible.

He came to me with the sweetest smile

Told me he wanted to talk for a while

He said, "Peter Pan, that's what they call me

I promise that you'll never be lonely"

—Soy una persona afortunada por haber compartido una vida junto a ti.

Él es el adiós que nunca sabré decir. Siempre serás mi más sincero y verdadero amor.

Y entonces sin querer saberlo aprendí de la peor manera que las personas no duran para siempre.