Italia no podía creer como estaba yendo en su día, estaba nuevamente en el césped, acariciando su mejilla mientras veía a alguien, irónicamente, parecido a él mirándole molesto mientras que aquel omega abrazaba a dicho alfa, totalmente feliz a pesar que ese tricolor estuviera soltando feromonas de enojo.
-¡¿Quién carajos te crees que eres para molestar?! Vete a la verga, niñito fresa.
Dijo México con su tono de voz de alfa, y es que, lo único que logró ver fue a ese idiota acercarse al albiceleste, sentir su aroma a alfa fue más que suficiente para que entendiera que podría molestar o lastimar al omega.
El italiano, ya fastidiado ante esos dos niños pobres se levantó con las intenciones de aclarar todo y de paso seguramente insultarles aunque...ver a su madre ponerse en frente suyo junto a otros familiares lo dejaron callado.
-¡¿Qué creen que hacen aquí y cerca de ni hijo?! ¡Larguensen ahora mismo de este cementerio! ¡No quiero que le contagien de sus pulgas niños sarnosos!
No hacia falta decir que ese par de niños empezaron a dar pasos hacia atrás ante aquellos adultos que los empezaban a insultar y menospreciar. Argentina quería ser razonable, explicarles por qué estaban ahí pero...México sólo agarró su mano y corrió hacia la salida de dicho lugar, después de todo, temía que les tiraran algo por los tensos que estaban.
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Así, tras caminar sin rumbo alguno terminaron por llegar a las afuera de la ciudad, quedándose ambos cansados de tanto recorrer callejones en busca de donde dormir esa noche.
México sentía estrés, no habían comido nada, apenas habían dormido y el cansancio era cada vez más agotador por lo que, al mirar al rededor, en busca de algún cartón donde dormir...pudo verlo, pudo ver a lo lejos a unos pocos kilómetros de la ciudad, montañas de basura, por lo que empezó a seguir el paso hacia aquella dirección.
-México, espera, mis pies me duelen, no puedo caminar mas...
-Sólo un poco más solecito, yo buscaré algo de comer y donde dormir ahí, aguanta un poco más.
Dijo el pequeño alfa dando leves jalones al brazo del albiceleste, terminando por hacerlo caminar más en aquellas ya sucias calles, esa era su ultima esperanza, no tenían siquiera unas monedas y a pesar de los ruegos...nadie les ofreció algo para comer.
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En la riqueza y pobreza
RandomEn una sociedad en la que los rangos y razas están bastantes definidas, un par de niños enfrentarán y sobrevivirán en la cruel vida de la calle. México, el mayor y un alfa, hará lo imposible por proteger a su amado, y, Argentina, el menor y omega, h...