『Capítulo 03』

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Un Anhelo de Felicidad

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Un Anhelo de Felicidad

Sus labios fuero sutilmente pintados con un color rojo pasión, con su dedo índice realizó leves toques en sus labios dejando un rastro de brillos para resaltar más la intensidad, terminó de acomodar su flequillo delante del espejo.

Su cabello negro fue peinado en una trenza corona y un moño algo despeinado para darle el toque casual, solo pequeños mechones quedaban alrededor de su rostro y una decoración de flores moradas formaba una especie de corona en la trenza.

Miro la hora, y sonrió de lado, ya era momento de desatar la tormenta, tomó el velo negro que estaba a su lado y se lo colocó con cuidado, parte de su rostro fue cubierto.

Los ojos violetas que antes poseían una brillo, se volvieron oscuros y sus manos se encontraban inquietas, las horquillas se colocaron con cuidado en el moño, por último ajusto los guantes negros cubriendo sus dedos.

Salió del baño y avanzó con cautela, observó alrededor tratando de no levantar sospechas, presionó el botón del ascensor y espero pacientemente.

"Piso 20, no está solo, los tres deben morir y así tu jefe obtendrá lo que quiere, serpiente violeta."

Tomo una respiración profunda, las puertas del ascensor se abrieron, ingresó confiado de sus movimientos, presionó el piso indicado y miró la hora en su reloj, treinta minutos tenía para terminar con esta misión.

"Bien y si mejor rompemos un récord, diez minutos será suficiente para asesinar a todos los que se metan en su camino" Pensó.

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Los alfas conversaban entre ellos, se reían y varias quejas sobre el trabajo eran intercambiadas, en eso el tema sobre sus jefes fue tocado.

-Wen Chao se creen tanto solo porque su padre domina parte de China, es un maldito bastardo. -maldijo uno.

-Esperemos que alguien lo baje de su nube pronto, todos sabemos el ridículo que hizo hace años al no poder mantener su compromiso con ese omega. -Se burló otro.

-Ja, ni me lo recuerdes, vaya humillación pública, ¿cómo puedes decir que eres un alfa, si ni siquiera puedes controlar a tu omega? -Preguntó otro de forma de regaño, mientras rodaba los ojos.

En eso las puertas del ascensor se abrieron, los alfas se acomodaron en formación de defensa y las armas apuntaron el ascensor, esperando pacientemente al intruso que quería arruinar la noche, las puertas se abrieron dándole la bienvenida al invitado sorpresa, todos al ver de quien se trataba bajaron sus armas y miraron a la persona lentamente recorriendo cada pequeño detalle de su cuerpo, las luces amarillas de las lámparas de los pasillos le deban un toque más misterioso al escenario.

Un omega, ¿Un prostituto contratado por los Wen para animar a su protegido? Tal vez, todos deseaban ser el protegido en ese momento, la fina cintura, las caderas, esos muslos, era una figura tentativa, sentía su alfa interior hambriento, hasta para aquellos que tenían omegas, jamás habían visto a uno así, aquel vestido negro no ayudaba mucho, sólo resaltaba más su cuerpo, dejando expuesto la clavícula y el cuello de la persona misteriosa, y esos ojos morados tan penetrantes, tan únicos. En silencio juzgaba al grupo de alfas, esos ojos tenían por objetivos tentarlos y provocar.

RESENTIMIENTO [Xicheng & omegaverse] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora