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Reio regresaba a su departamento, no podía dejar de pensar en aquel chico ¿Seungbin? Tal vez ese era su nombre. Reio no se había sentido atraído antes por un hombre, Seungbin era el primer hombre en el que Reio se había interesado y se sentía... Extraño, había crecido con la idea de que los hombres deben de andar con mujeres y las mujeres deben de estar con los hombres, aunque él no compartía esa idea no podía quitársela de la cabeza, tal vez estaba sobrepensando las cosas, ni siquiera sabe si a aquel joven le gusten los hombres o que haya sido atractivo a su vista aunque lo más probable es que no, sabiendo como se veía en ese momento es muy seguro que no haya sido atractivo para Seungbin.

Por lo contrario Seungbin era muy guapo, su cabello y piel se veían suaves, su sonrisa era bonita y sus ojos eran muy expresivos, además la ropa deportiva que llevaba lo hacía ver demasiado bien, sus piernas eran muy bonitas y tenía una cintura pequeña.

Decidió dejar de pensar en eso y se metió a la ducha, miró su cuerpo y pensó que debería hacer ejercicio, posiblemente en el lugar donde llevó a pasear a Pokko hubiera un gimnasio, iría mañana a preguntar y aprovecharía para sacar de nuevo a su mascota y tal vez ver a ese joven tan atractivo pero está vez si se bañaría antes de ir.

Reio pasó toda su tarde acomodando su departamento, tirando algunas cosas que ya no eran de su interés o que no servían, limpiando cada habitación cuidadosamente. Para el era extraño tener tiempo de sobra, estaba ansioso, quería tener algo que hacer y no encontraba nada, eran apenas las 7:00 de la tarde y pensó en salir a dar una vuelta en su coche.

Reio sabía que quería engañar a su mente haciéndole pensar que iba al trabajo o alguna reunión importante pero no era así, tal vez iría por un café o probaría comida de la calle, también se daría tiempo de pensar en si volver a Japón o quedarse en Corea, ya se había acostumbrado a estar en ese país y además no tenía a nadie especial en Japón pero de vez en cuando extrañaba estar en su país.

A lo lejos vió a Seungbin, iba con un uniforme de cafetería y se veía algo apresurado, aceleró un poco para llegar hasta él.

- Joven Seungbin ¿Necesita que lo lleve a algún lugar? - Seungbin se veía sorprendido, tal vez no lo había reconocido- Soy Reio, el dueño de Pokko nos conocimos en la mañana - Seungbin cambió su rostro a uno alegre.

-oh ¡Buenas noches señor Reio! Voy a mi trabajo aunque se me hace un poco tarde - Seungbin parecía querer decir que si, que si quería que Reio lo llevase, iba a llegar tarde a su trabajo y no tenía que perderlo.

- Ven, sube- Seungbin iba a negarse pero la mirada de Reio era muy demandante así que subió. Dió la dirección de el lugar donde trabaja y el recorrido comenzó.

- Te ves muy apresurado ¿Es importante llegar a tiempo?

- Si señor Leo, trabajo para poder estudiar y pagar la habitación del hospital de mi madre, está muy mal y no puedo dejarla sola. Me siento muy presionado, no es fácil lidiar todo esto - ¿Porqué estaba hablando tanto? Ni siquiera a sus amigos les había comentado que su mamá de nuevo estaba mal, la presión que sentía era porque no debía dejar que sus calificaciones bajaran y debía de conservar su trabajo, por hacer tarea se distraía de sus deberes y estaban a punto de despedirlo.

- Ya veo... ¿Haz pedido alguna beca?

- Si señor, pero últimamente mis calificaciones no son las mejores y por eso mismo he estado descuidando el trabajo. Además había olvidado que tenía que pagar la renta. - dijo desanimado, como haciendo un berrinche.

El estómago de Seungbin gruñó de hambre, no había comido nada ya que aún no le pagaban y la despensa no había sido comprada aún, así que tenía que aguantarse el hambre.

-Joven Seungbin ¿Ha comido algo? - preguntó preocupado Reio.

Preocupado... Hacía mucho tiempo que no se sentía así por una persona y no por algún papeleo.

- No, no he comido nada señor Leo.-

- Cuando lleguemos a tu trabajo toma algo para ti, yo lo pagaré para que no te lo descuenten-

- Señor Leo no creo poder aceptarlo, apenas lo conozco ¿Porque haría eso por mi? Agradezco su preocupación pero es suficiente con que me traiga hasta aquí.- Seungbin me indicó donde estacionarse, ambos bajaron del auto del mayor y se dirigieron hacía la cafetería.

Al entrar Seungbin fue directamente hacia el cuarto de trabajadores y Reio tomó un sándwich, era un sándwich bastante caro para ser solamente un Sándwich, pidió un jugo y pagó ambas cosas. Esperó a que Seungbin saliera de el cuarto de trabajadores para darle lo que había comprado. Haber escuchado eso de Seungbin lo hizo sentirse triste, era demasiado joven para tener tantas cosas encima y pensaba en ayudarlo.

Cuando Seungbin salió fue directamente hacia el para tomar su orden.

- Toma Seungbin, lo compré para ti, te doy el ticket por si se les ocurre decirte algo. - Seungbin lo miró con preocupación, no sentía que mereciera que gastaran en el.

- Señor yo...

- No voy a aceptar un no por repuesta Seungbin ¿Que pasa si te desmayas? Existe la posibilidad de que te despidan por eso- Seungbin lo pensó y llegó a la conclusión de que el Señor Leo tenía razón, no podía desmayarse ahí porque muy probablemente lo despedirian.

- Muchas gracias Señor Leo - tomó el sándwich y el jugo con la manos temblorosas - ¿Que va a ordenar?

- Un té verde mediano y una rebanada de pastel de vainilla - Seungbin escribió aún con la manos temblorosas el pedido de Leo y se fue.

















Me tardé demasiado para actualizar esta historia. Pido disculpas. Espero que les esté gustando la historiaㅠㅠ.

Run 달리다 -Levin-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora