c i n c o

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Seungbin había despertado en una habitación que no era la suya y era obvio que no estaba en su casa, aquella habitación se veía cálida, sencilla pero bastante lujosa, además la cama era suave y la tela se sentía muy diferente a la de su cama. De repente sintió una fuerte punzada en su cabeza, se sentía mal y con ganas de vomitar así que fue corriendo al primer baño que encontró en la habitación y vació su estómago en el inodoro, el dolor de cabeza y el vómito solo indicaba una cosa: se había emborrachado y estaba sufriendo las consecuencias. Pronto se dió cuenta de que no tenía ropa más que la interior y los recuerdo vinieron a su mente, había tomado demasiado y estuvo con el Señor Reio ¿Acaso era o que pensaba?

Cuando escuchó la puerta abrirse jaló la palanca del baño y en el lavabo enjuagó su boca, salió del baño con un poco de miedo y ahí estaba el Señor Reio, Seungbin lo veía con cierto miedo, Reio notó esto y se indignó.

-No es lo que piensas Seungbin, es un poco... Decepcionante que pienses así de mi, no me interesa tener relaciones con personas que no están en sus cinco sentidos- Seungbin se tranquilizó e hizo una pequeña reverencia Reio siguió como si nada- Anoche bebiste demasiado y te tuve que traer a mi casa, vomistaste sobre tu ropa y te la quité, quise ponerte una pijama pero te estabas portando muy necio y no me dejabas vestirte - el cuello, la cara y las orejas de Kevin estaban rojas a más no poder, sentía vergüenza de haberse comportado así con el Señor Reio. - No te preocupes, fue divertido tratar con tu yo ebrio- rio tiernamente- debes de tener hambre, te dejé unas pastillas en la mesa de noche, cuando las tomes ve a la cocina.

Seungbin hizo lo que Reio le había indicado, cuando pasó por la sala para llegar a la cocina se dio cuenta de que Reio había dormido en el sofá por eso el durmió en la habitación. Al llegar a la cocina se sentó y vio toda la comida que había preparado Reio para él.

-Sé que no te gusta la comida picante así que no la hice- en poco tiempo Reio había aprendido algo sobre Kevin y se sentía halagado.

- ¿Hice algo tonto ayer? Bueno, además de lo que me contaste.

Reio se quedó pensando, con un rostro divertido y Seungbin se esperaba lo peor.

-¿Por donde empezar? - Bin estaba muriendo de vergüenza y aún no había empezado.- Bueno, tal vez cantaste un poco, y tomaste directo de la botella, no me dejabas conducir correctamente y además decías un montón de tonterías- Seungbin se sonrojó- a, también me be...

Seungbin no lo dejó terminar la frase, había recuperado un poco su memoria, un pequeño recuerdo de el besando a Leo, un beso pequeño pero lo había hecho.

- Tengo que irme- dijo Seungbin sin levantar la mirada, Reio asintió y se levantó de la mesa, ambos fueron al automóvil de Reio en un silencio incómodo, al llegar a la calle donde Seungbin vivía este le dijo que lo dejara en la esquina, que el caminaría (en realidad le daba vergüenza que Reio viera en donde vivía)

-Te iré dejar hasta tu departamento y no aceptaré un no por respuesta- Seungbin derrotado aceptó. Al entrar al frío y húmedo edificio pudo ver la cara de asombro de Reio, sabía que el edificio era viejo pero no le alcanzaba para nada más.

Entrando al pasillo Seungbin se percató de algo.

-Oh no- se congeló y Reio lo miró

-¿Qué pasa Bin?

- Lo siento joven Baek pero se atrasó demasiado con la renta, además, el edificio será demolido en poco tiempo, se lo había advertido. Tome sus cosas, dejaré que se vaya sin pagar.

Seungbin quería llorar, no tenía a dónde ir, bueno estaba el señor Reio pero ya era demasiada molestia para el.

-No se preocupe señora, yo pagaré lo que Seungbin le debe- Bin dejó de escuchar pensaba en que debió de haber ahorrado mejor el dinero, un sin fin de pensamientos pasaban por su cabeza hasta que sintió como lo tomaban de la mano. - Vamos Seungbin, iremos a mi departamento de nuevo- Seungbin se despidió de la casera y vió como Reio cargaba sus cosas hacia su automóvil. - ¿Por qué no me dijiste que debías la renta? Pude haberte ayudado y lo sabes.

-Necesitaba pagar la habitación del hospital de mi madre, no hay mejora con su enfermedad y tengo miedo de que la saquen de ahí y empeore.

Reio guardó silencio, debía de entender que Seungbin apenas era un joven con muchas cosas encima de el.

-Ademas perdí uno de mis trabajos y no quería decírtelo, he sido demasiada molestia para ti y sab-

- Cállate Seungbin y sube al auto - sorprendido por como Reio le había hablado subió al coche, con los ojos aguados, quería llorar, no sabía si era por como Reio le dijo o por qué se quedó sin departamento propio. - Lo siento, es solamente que me desespera que no comprendas que hago esto porque quiera algo de ti, lo hago por qué quiero ayudar, pasé por una situación similar y nadie estuvo para mí, ahora que puedo ayudar a alguien a qué salve a un ser querido quiero hacerlo.

Seungbin se soltó a llorar y Reio no sabía que hacer, nunca había lidiado con una persona llorando, había salvado a su empresa de no caer en bancarrota, de asegurarse de que todos sus empleados no perdieran sus trabajos pero jamás tuvo contacto con sentimientos más allá de... ¿Que sentimientos? ¿Alguna vez se enfrentó siquiera a los suyos?

- Lo siento Señor Reio, simplemente no estoy acostumbrado a recibir algo sin tener que pagarlo o escuchar que gastan demasiado en mi- lloriqueaba y Reio solo atinó a pasarle un pañuelo, Seungbin lo tomó y lo miró a los ojos - pero de verdad agradezco que a pesar que que no somos familiares o conocidos de muchos años me este ayudando, de verdad que significa mucho para mí.

Reio asintió y acarició su cabello, Seungbin se notaba un poco más tranquilo y volvieron al departamento del mayor.

Run 달리다 -Levin-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora