IV

225 30 3
                                    

La gran mesa ya se encontraba repleta de chicas, la hora del almuerzo ya había llegado. Y Verónica ya no sabía que esperar, pues tan solo una noche ahí ya la había logrado perturbar de todos los modos.

Recargó su mano sobre la de Cheryl, debajo de la mesa, ésto hizo que la pelirroja volteara a mirarla y le regaló una pequeña sonrisa.

Llegaron a poner todos los platillos a las jóvenes y después comenzaron a comer. No era del gusto de ninguna, pero sabían que no les darían más o les cumplirían algún capricho, así que solo se dispusieron a eso.
Al terminar, cada quien tuvo que recoger y lavar sus trastes, como siempre.
Y muchas agradecían que hoy no hubo quejas o reclamaciones hacia ellas de parte de las hermanas.

—Será día de cine, las esperamos a la hora de siempre, si no las vemos ahí atengan a las consecuencias—

Todas las jóvenes comenzaron a dispersarse por el lugar, y Cheryl junto a Verónica decidieron volver a la habitación.
Al estar ahí, tomaron asiento en la dura cama de ahí.

—Cheryl tranquila, dime ya lo que te sucede—se pegó a ella y pasó sus manos por sus hombros, la chica aún temblaba levemente.

— Es...es que yo no...—

—Mírame —tomó su barbilla—¿Que pasó?-

El contacto visual cada vez se sentía más tenso y la pelirroja suspiraba lentamente.

—Ellos... Verás... Agh—tapó su rostro con las manos.

—Cálmate Cher, dime con tranquilidad—

— Vero... Es que... Me da vergüenza—

—No, no, mírame, no tiene porqué ¿Okay? —Verónica apretó los dientes haciendose un nudo en su garganta, ella ya sabía lo que le pasaba.

—Ca...cada que hacemos algo... Tipo... Algo que ellos consideran malo —respiró profundamente—nos llevan a una sala y... Bueno, lo sabes—la morocha asintió lentamente dejando escapar una pequeña lágrima que fue limpiada rápidamente.

—Tranquila... Ya, ya no te harán nada— tomó su mano. Todo se quedó en silencio un momento hasta que Cheryl habló de nuevo.

— ¿Vero?—

—¿Si?—

—Me duele...—posó sus manos en la parte de su intimidad. Verónica se permitió llorar y abrazó a Cheryl.

—Te prometo que ya no te tocarán, ni a ti ni a nadie, buscaremos como salir de aquí ¿Bien?—solo asintió— eso es, ahora, vayamos al baño, te ayudaré- se levantaron y salieron de ahí.

Entraron al los baños y cerraron la puerta asegurándose que no estuviera nadie cerca.

—¿Hay algún tipo de botiquín por aquí?- Cheryl señaló uno —Bien, veamos— lo abrió—vendas, agua oxigenada, parches, algodón, vaya, no es mucho, veré qué puedo hacer—

—No podrás lograr mucho con eso, no les importa que nos suceda, si fuera por ellas ni siquiera habría un botiquín—

—Amm... Puedo... — señaló su ropa.

—Oh, bien— Cheryl subió el vestido azul y bajó lentamente su ropa interior. Verónica se puso unos blancos guantes de látex mientras tomaba algo de algodón y agua. Observó como aún salían gotas de sangre desde la intimidad de la pelirroja.

— Quiero que estés tranquila ¿Bien? Solo limpiaré esto y pondré algo para que no te manches— La más alta asintió y mordió su labio.

Verónica pasó saliva y abrió lentamente las piernas de Cheryl, tomó el algodón y lo pasó primero por sus muslos los cuales ya estaban manchados, y fué subiendo. Cuando llegó a su parte íntima, cambió el algodón y la miró a los ojos.

—Comenzaré— rozaba delicadamente el algodón en la vagina de Cheryl limpiando los pequeños charcos de sangre que salían — ¿Duele?— apretó las piernas. La escena comenzaba a ponerla mojada, pero no era la mejor situación en ese momento, además, era lo más raro que había pensado de su amiga.

—Solo un poco— contestó.

Terminó de limpiar y puso una venda en  el lugar.

— Déjalo aquí, para evitar que manches tu ropa si es que sigue saliendo— mordió su mejilla— es... Un desgarro, tus paredes están algo lastimadas, pero si no haces nada brusco y tienes buena higiene, se curará por si solo— Blossom acomodó su ropa.

—Si bueno, es algo difícil cuando estás en un lugar como éste—

—Lo sé...—

—Bien, hay que irnos antes de que piensen otra cosa, no queremos castigos— guardaron todo en su lugar y salieron de ahí, caminaron a la sala principal donde estaban todas.
Se sentaron juntas y miraron todo.

— ¿A que hora se supone que es el "cine"? — agregó las comillas.

— A las tres de la tarde—

— ¿Y que tipo de películas ponen—

— No se ni cómo explicarte, mejor que lo veas por tu propia cuenta— le pelinegra arrugó las cejas.

—Oh... Mmhm bien—

—Antes, quiero bañarme, es lo que más quiero, pero... Bueno ellas tienen horarios para eso, es complicado—

—¿Algún tipo de castigo si lo haces?—

—Todos los que te imaginas— de nuevo hubo silencio por parte de las dos.

—Bien, ya no puedo soportarlo, tenemos que hacer algo y huir—

—Baja la voz, si te escuchan harán algo—

—¿Ves a lo que me refiero? No podemos estar así, planearé algo— Cheryl la miró con rareza— lo haré, y tiene que funcionar, y me ayudaras— la pelirroja se encogió de hombros y asintió un poco.

—De acuerdo... Supongo—








Hasta aquí porque estoy viendo Riverdale, bai.
No está revisado así que perdón por las faltas de ortografía.

°Paradisíaco°[Cheronica]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora