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EdgarEdgar se despertó acostado y con la vista borrosa, descubrió que estaba en la habitación de Colette cuando giro la cabeza hacia los lados. No escuchaba lo suficiente como para darse cuenta que alguien había abierto la puerta y entrado a la habitación.
Era Bea.
Entró y solo pudo verla, le era casi imposible oírla, pasó saliva tanto que parecía quedarse sin ella, sin embargo, sabía qué estaba haciendo la chica.
Vió que le colocaba un trapo, sentía la humedad y el agua escurriendo de éste en las líneas que marcaban su rostro y sintió un escalofrío.Como si de magia se tratase, Edgar escuchó la voz clara y concisa de Bea.
"Te desmayaste mucho tiempo, pensamos en una desgracia antes de llevarte al hospital" Con una voz leve acarició la cabeza del chico.
Rápidamente y como si de algo de vida o muerte estuviese sucediendo, volteó directamente a verla."¿Cuánto tiempo?"
"Unas 18 horas no fueron mal para como te sientes ahora."Edgar se quedó quieto en la cama, su respiración parecía incomprensible, ninguna señal de movimiento.
Bea quedó sentada en una silla al lado de la cama, tomaba la mano de Edgar acariciándola con su dedo; fue cuestión de pocos minutos cuando una voz preocupada se hacía cada vez con más volumen, era Colette.
Entro sin avisar y con un tono desesperando, hasta que vió a Edgar despierto."¿¡Cómo está!?" Preguntó exaltada.
"Está bien, tiene aún fiebre pero ha disminuido bastante."
La albina soltó aire profundamente, dando señal de que estaba tranquila con lo que habia oído, se acercó a Edgar y Bea se retiró.
De pronto, comenzó a llorar, recargada en el pecho del de cabellos negros."¿Qué es lo que pasa Edgar? Siento que no te soy de ayuda y que no me tienes confianza, no sé que hacer para que vuelvas a ser feliz o a estar conforme siquiera con lo que tienes, no sé quien te ha hecho esto Edgar, si fue Byron juro que muy pronto estará lejos de ti y nunca más tendrás que soportar lo que estas pasando, simplemente ahora no lo sé ya que te has guardado todo aquello que sientes."
La pequeña lloró aún más, apoyada todavía en su amigo.
El azabache sintió un nudo en su garganta, como si su cabeza y lo más profundo de su ser estuvieran en un coliseo, una gran lucha que pensaba era interminable.
Un nudo parecido a aquel que sintió cuando Bea lo vió en el hospital de la escuela.
Algunas cuantas lágrimas salieron de los ojos de Edgar. Colette volteó y sus miradas se encontraron.
"Dime qué sientes, llora y desahógate si crees eso necesario, no quiero que sientas mas penas, hazlo ahora que puedes."El adolescente no podía hablar, no encontraba esas fuerzas que lo impulsaran a hacerlo, pero sus lágrimas parecían cascadas veloces que recorrían sus mejillas.
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ByronEstaba mal y confundido, no quería pensar en Edgar en esos momentos, pero parecía que el canoso estaba desarrollando un pequeño escándalo en su mente por él.
Salió del instituto y se colocó a pocos metros frente a él.
Al salir los alumnos, distinguió a Edgar en una bolita de amigos, sin embargo, estaba totalmente débil y desganado.
Notó que Bea y él comenzaron a platicar, de un de repente, el emo se desvaneció sin más.
Quiso acudir y ayudar a la chica, que quería despertar y reanimar a Edgar, pero algo lo detuvo, sintió como su corazón latía cada vez mas fuerte por el simple hecho de pensar en verlo.Cuando se dió cuenta, Rosa estaba ahí, cargando a Edgar recostandolo al parecer dentro de un vehículo. No quiso saber mas, pero se retiró demasiado preocupado.
Llegó a casa y un ambiente nada acogedor en su alrededor lo esperaba, recordando a Edgar nuevamente, y de igual manera a su invitada, pensaba en eso hasta que ella llegó.
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•𝗩𝗶𝗱𝗮𝘀 𝑛𝑜 𝑡𝑎𝑛 𝗗𝗶𝗳𝗲𝗿𝗲𝗻𝘁𝗲𝘀• Byron x Edgar - Brawl Stars
FanfictionEdgar, un chico de 18 años y nuevo brawler, llega al colegio y se topa con el profesor Byron, quien comienza a adaptar un comportamiento extraño. Edgar sentía ganas de ignorarlo, pero le resultaba muy dificil, se dejó llevar completamente de la apar...