Siempre fue risueña y soñadora.
Amaba escribir y con esas letras plasmar emociones desde alegrías hasta tragedias.
Sin desearlo siquiera ella apareció en su vida, su musa Amity Blight, todo en ella la inspiraba. Desde sus verdosos cabellos en ese entonces, sus ojos color ámbar, sus finas y delicadas fracciones... Ante los ojos de la latina era la total perfección.
Verla sentada en la vereda viendo el cielo, pensando con evidente preocupación, siempre era un deleite verla mirando a un punto fijo reflexionando como si todo el mundo dependiera de ella con el viento acariciando su cuerpo... Moviendo sus cabellos al compás
¿Qué pensamientos cruzarían por la mente de su amada musa?
Si bien hablaban desde hace un tiempo atrás, los pensamientos de la mayor siempre son un enigma en noventa y nueve porciento del tiempo, por mas que se tomara la molestia de intentar descifrarlos era como un acertijo sin pista alguna...
—Amity—La llamo interrumpiendo su soledad, se sentó a su lado, mientras sonreía la contraria solo pudo bajar su rostro apagado.—¿En que piensas?
Pregunto fingiendo desinterés aunque los nervios y la curiosidad la carcomían por dentro.
—Nada de tu interés Noceda—Dijo fríamente.
En ese momento supo que lo que la mantenía en las nubes no era algo malo, por lo que decidio contradecirla de manera burlona.
—Es de mi interés por que me importas—Dijo disimuladamente invadiendo el espacio personal de Blight.
Su rostro enrojecía, un sentimiento de calidez se instaló en su pecho... Había solo UNA persona en todo el mundo capaz de sacarla de los incesantes abismos de oscuridad que la rodean, la amaba demasiado para el pequeño corazón que tenia latiendo dentro de su pecho.
Podía ser una idiota temperamental sin sentimientos la mayoría del tiempo, pero cuando se trata de la latina sus emociones se sienten a flor de piel.
—Luz... ¿Yo te gusto?—soltó sin pensárselo dos veces... Lo medito por días, semanas e incluso meses...
La mirada constantemente clavada de la castaña que observaba con tanta admiración a lo que la de orbes dorados hacia, prestando atención a cada detalle, su forma de ser y hablar la dejaron cautivada pero...
"Debes casarte con un hombre fuerte, de buena familia y millonario"
Por una vez decidió desobedecer a esas ordenes pues estaba tan mal visto por una sociedad que odia lo que no encaja en sus estándares.
—Oh—La joven se quedo muda por unos minutos antes de poder soltar palabras. —Yo te amo—musito suavemente tocando con delicadeza las mejillas de la contraria que solo sintió el acelerar de su corazón y el tono carmesí colorear sus mejillas.
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Sus suspiros inundaban la habitación Noceda ama eso, solo ella frente a una tenue luz junto a lápiz y papel donde puede simplemente relajarse y ser ella misma.
—Es precioso vivir en ensoñaciones, desear que el día de despedirnos de este hermoso mundo de colores brillantes nunca llegue.
Estaba tan llena de vida, sus ojos oscuros resplandecieron como una noche con mil luciérnagas, su sonrisa se hacia cada vez mas amplia mostrando sus blancas perlas.
"Amity, Amity, Amity" Era lo único que se leía del ambiente... Su razón, sus suspiros, su todo...
La persona que mas le gustaba se le declaro
¿Qué podría salir mal?
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Between letters
FanfictionElla era una escritora que ponía toda su alma entre letras. . . . capítulos cortos, rechazo, suicidios, etc.